La ministra de Igualdad, Irene Montero, aseguró ayer que priorizará la aprobación de una ley de libertades sexuales que acabe con la distinción entre abuso y violación. El principal objetivo de esta medida es que el consentimiento de la víctima esté en el centro de la tipificación de los delitos sexuales y que "solo sí sea sí".

"Toca trabajarlo en el Consejo de Ministras, pero le voy dar mucha prioridad a las violencias sexuales y libertad sexual", señaló la titular del departamento en una entrevista en La Sexta, recogida por Europa Press. Montero reivindicó la existencia de un Ministerio exclusivamente dedicado a la igualdad y añadió que esta cartera y el Gobierno tienen "voluntad marcadamente feminista".

La ministra defendió la necesidad de que el ordenamiento jurídico reconozca que la violencia machista no es solo la que tiene lugar en el ámbito de la pareja y expareja, tal y como establece la legislación vigente en España, si bien está pendiente la trasposición del Convenio de Estambul, que amplía el concepto las agresiones sexuales, la trata con fines de esclavitud, el matrimonio forzoso o la mutilación genital femenina, entre otros.

Montero lamentó el "cuestionamiento" de la existencia de la violencia contra la mujer por el mero hecho de serlo por parte de la extrema derecha de Vox, al tiempo que reivindicó el feminismo y la lucha por la igualdad. "Los hombres también viven mejor en una sociedad feminista", sostuvo.

Por otro lado, preguntada por el consentimiento paterno que las menores de 16 y 17 necesitan para abortar, Montero dijo que la ley del aborto del año 2010 es la "referencia" del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. La obligación del consentimiento paterno se introdujo en una modificación de dicha ley en el año 2015.

Respecto a la prostitución, Montero se declaró "abolicionista", pero puntualizó que como ministra de Igualdad debe tener "prudencia y mesura" en esta materia que tanto debate suscita en el propio movimiento feminista.

"En el movimiento feminista este es un debate de largo recorrido, pero creo que todas las feministas están de acuerdo en que es fundamental la lucha de forma decidida contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual", remarcó.

Esta lucha se contempla en el programa del PSOE y Unidas Podemos. A juicio de Montero, si el objetivo es abolir la prostitución el camino para ello es la lucha contra la trata. "Creo que como ministra de Igualdad me toca hechos mas que palabras. No me sirve declararme abolicionista si no se es capaz de hacer acciones que permitan luchar contra la trata".

Montero restó importancia a "la polémica innecesaria" en torno a su ausencia ayer en unas jornadas sobre violencia de género, a las que asistieron la reina Letizia y el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Según explicó, el acto se cerró cuando el Gobierno todavía estaba en funciones y "cuando el Ministerio de Igualdad no existía", si bien añadió que ella "hubiese ido encantada".