Llevan tres meses jugando, viendo temporadas completas de La Patrulla Canina o La Casa de Mickey Mouse, construyendo castillos enormes y cavando fosas sin final en la playa, pasando tiempo con su familia e, incluso, dedicando alguna horita a sumar y restar, leer la última aventura de Las Princesas Dragón o Harry Potter o a mejorar su caligrafía escribiendo las historias de sus aventuras veraniegas. Entre emoción, risas y nerviosismo unos 154.000 alumnos de Infantil y Primaria regresaron ayer a sus aulas para enfrentar un nuevo curso escolar, aunque algunos de ellos no empezarán a trabajar con normalidad hasta dentro de un par de semanas.

Es lo que les ocurrirá a los 275 niños matriculados este año en el CEIP Ofra-Vistabella. Ayer, llegaron 250 a las aulas del colegio porque los más pequeños, de 3 años, se irán rotando durante la semana para acostumbrarse a su nueva escuela, y ninguno podrá recibir clases de Inglés, Educación Física o Música hasta nuevo aviso. También tendrán que esperar varias semanas para disfrutar de las modificaciones que se han hecho a su cancha deportiva porque ayer todavía estaba recibiendo una capa de asfalto.

A pesar de todo, los niños llevaban ya días ansiosos por volver a ver a sus compañeros del cole. Entre ensoñaciones les iban contando a sus padres todo lo que harían una vez cruzaran las grandes puertas -para ellos quizás inmensas- de su centro. Casi en todos los casos, lo primero que les venía a la mente son esos treinta minutos de tiempo libre en el patio del recreo y cómo lo van a aprovechar durante todo el curso para jugar con sus mejores amigos. También recordaban a su profe, su tutora de curso, la que pasa más tiempo con ellos y, sin duda, uno de los grandes pilares de su vida.

Pero la expectación también llega por el nuevo comienzo. Y no solo por poder mostrar a sus compañeros sus nuevas maletas, lápices de colores y complementos como lazos, tenis e incluso alguna corona de princesa; también por sumergirse en las próximas grandes enseñanzas en su vida. Los alumnos del Colegio Ofra-Vistabella afrontan este emocionante comienzo de curso además con la sorpresa de encontrar la cancha por la que normalmente accedían al centro en obras.

En la puerta principal entran y salen camiones continuamente con materiales de obra. Un operario es el que regula el tráfico para que los escolares puedan llegar al centro sin mayores problemas. Los niños, de la mano de sus madres y padres, van siguiendo a sus progenitores sin entender muy bien lo que está ocurriendo. Al otro lado del colegio, concretamente en la parte de superior, por fin reciben la explicación. Un llamativo cartel les informa de que, hasta que culminen las obras de reacondicionamiento del patio, esa será la entrada alternativa.

"Mira qué guapo"

Este cambio se ha traducido en una nueva experiencia para los niños, que han necesitado más ayuda -y rodeos- para llegar hasta su aula. "Mira qué guapo", espeta una de las pequeñas que se ha quedado rezagada de su fila de compañeros, al ver los camiones que ahora ocupan todo su patio para asfaltar el espacio.

El olor a alquitrán, sin embargo, no es tan plato de buen gusto, y así lo han hecho saber los padres a los miembros del claustro. La jefa de estudios, Ana Guadalupe Díaz Ramos, lamenta esta situación, porque "han empezado con un retraso de cuatro meses y no sabemos cuándo culminará la obra", afirma. Como en este centro, otros tantos han comenzado el curso escolar con reformas menores, como el CEIP Toscal Longuera, en Los Realejos, o el CEIP Montaña Pacho, en La Laguna. Tan solo en Santa Cruz de Tenerife, aparte del Colegio Ofra-Vistabella, otros cuatro han abierto el nuevo curso sin culminar sus obras para techar el espacio. Esta situación afecta, concretamente, al CEIP María Isabel Sarmiento (Valleseco), el CEIP La Salud, el CEIP Tomé Cano y el CEIP Bethencourt y Molina (Barranco Grande).

En prácticamente todos los centros escolares en los que continúan las obras, los trabajos son un remanente de la actividad usual que se acomete durante el verano. Como recordó la Consejería de Educación, estos reacondicionamientos se suelen programar justamente para esta época del año para evitar las incidencias durante el periodo lectivo.

Algunos han calculado el tiempo exacto para culminar los trabajos antes de que comience nuevo curso escolar, como es el caso del CEIP Taibique, en El Hierro. Para otros, las obras han sido algo más que una simple molestia. Es el caso del Colegio Público Inocencio Sosa Hernández, en La Orotava, en el que sus alumnos han tenido que esperar hasta hoy para comenzar las clases.

Retraso en la formación

Más allá de las obras de reacondicionamiento, los padres del CEIP Ofra-Vistabella también mostraron su clara molestia por que sus hijos no vayan a poder recibir los contenidos formativos completos hasta que no se solucionen ciertas incidencias propias del centro.

El caso es, como cuenta la jefa de estudios del centro, Ana Guadalupe Díaz Ramos, que hay varias bajas que no se han cubierto por el momento. "Nos falta profesorado por nombrar, y hemos tenido que reinventarnos para poder organizar a todos los cursos", comenta Díaz Ramos.

Esto va a repercutir directamente en los alumnos, que no podrán recibir clases de las asignaturas específicas, como Inglés, Educación Física, Música o Religión, hasta que no se cubran las bajas. "La Consejería está cubriendo en primer lugar las bajas de mayor temporalidad, las vacantes de un año completo, y a nosotros, por ejemplo, nos falta uno por una reducción de jornada", explica la jefa de estudios.

De esta manera, la falta de dicho docente, unida a la de un especialista en inglés, otro en primaria y un último en música, ha conllevado a que el resto de los maestros de la plantilla hayan tenido que hacer malabares para cubrir al menos las asignaturas básicas de todos los niveles formativos que se ofertan en el centro. "Los padres se van enfadados cuando se lo explicamos", afirma la profesora, que insiste en que "tener un profesor que conozcan o hayan visto por el colegio es para ellos una garantía de calidad". Al final, como recuerda, "los perjudicados son los niños".

El claustro docente se encontró con esta situación hace justo una semana, y ha tenido que trabajar con muy poco margen temporal para resolver la situación. "Ya hemos tramitado las bajas, ahora solo nos queda esperar", recuerda la Díaz Ramos. Desde el centro esperan que todo el personal se incorpore en el transcurso de esta semana para poder dar cabida a los grupos de entre 18 y 24 alumnos por profesor que estudian actualmente en el centro.

Mañana les tocará decir adiós a las largas tardes de verano a los 130.300 chicos y chicas de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Formación Profesional (FP) y Bachillerato, que se incorporarán de nuevo a alguna de las aulas de los 843 centros públicos que existen en Canarias.

EL CALENDARIO

  • Inicio de las clases. Ayer, 9 de septiembre, los más pequeños, de Infantil y Primaria, volvieron a las aulas. Mañana, 11 de septiembre, serán los más mayores (Secundaria, Bachillerato y FP) los que vuelvan a sus centros educativos tras las vacaciones de verano.
  • Parones de Navidad y Semana Santa. Todos los cursos tendrán vacaciones entre el lunes 23 de diciembre y el martes 7 de enero. En cuanto a la Semana Santa, los alumnos podrán disfrutar este año de una semana libre entre el segundo y el tercer trimestre entre el 6 y el 10 de abril.
  • Otros festivos. Los alumnos también tendrán días libres el sábado 12 de octubre, día de la Hispanidad; el viernes 1 de noviembre, día de Todos los Santos; entre el viernes 6, 8 y el lunes 9 de diciembre, en el puente de la Constitución; el viernes 1 de mayo, Fiesta del Trabajo; y el 30 del mismo mes, Día de Canarias.
  • Fin de curso. Los alumnos culminarán su curso emtre el 21 de mayo (cuando acabará 2º de Bachillerato), el 4 de junio (FP) y el 19 de junio, cuando acabará el curso para el resto de cursos.

Reclaman un protocolo para atender a los niños con asma

La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) ha reclamado, con motivo del inicio del curso escolar, la existencia de protocolos de prevención y atención de alergias infantiles en centros educativos para garantizarles un entorno seguro. Este tipo de protocolos de actuación solo están implantados en Galicia y Baleares y consiste en un registro de alumnos alérgicos en los servicios de emergencias, además de formación al profesorado. La SEICAP recuerda que uno de cada diez niños en edad escolar tiene asma y entre el 6 y el 8% alergia alimentaria y que una de cada cinco reacciones por alergia alimentaria sucede en la escuela.