Este año tiene lugar la celebración del quinto centenario de la primera circunnavegación de la historia y el tema está de nuevo en el candelero. El debate sobre si fue Garachico o Santa Cruz el lugar donde realizó la primera escala esta expedición histórica está más vivo que nunca. También se está hablando bastante acerca de los cuatro tripulantes que se sumaron a la expedición a su paso por Tenerife. Además, Granadilla se ha reafirmado recientemente como ciudad magallánica tras la visita de varios integrantes de la Red Mundial de Universidades Magallánicas.

Esta primera vuelta al mundo en barco comienza el 1 de agosto de 1519, cuando cinco naves zarpan desde Sevilla: la Trinidad, la San Antonio, la Victoria, la Santiago y la Concepción. Navegaron el río Guadalquivir hasta el puerto de Sanlúcar de Barrameda, para desde ahí, comenzar la vuelta al mundo. La expedición estaba encabezada por Fernando de Magallanes y financiada por Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.

El 6 de septiembre de 1522, casi tres años después, recaló en Sanlúcar de Barrameda el único galeón que sobrevivió, la Victoria, con Juan Sebastián Elcano al mando. De los 239 hombres que comenzaron la expedición, solo llegaron 18 en este barco. Posteriormente, los portugueses liberaron a otros 17 hombres que habían sido capturados en Cabo Verde, cuando la Victoria estaba a punto de llegar a España. Finalmente, en 1525 llegaron a España cinco tripulantes de la Trinidad que también completaron la vuelta al mundo, pero que iniciaron un camino de vuelta distinto al de la Victoria.

Garachico o Santa Cruz

Tenerife fue la primera parada de este viaje y se sabe que la expedición pasó por dos puertos de la Isla. Uno de ellos fue en Montaña Roja, en el municipio de Granadilla, tal y como aparece en el diario del cronista de a bordo Antonio de Pigaffeta. Sobre la otra parada siempre ha existido el debate de si fue en Garachico o en Santa Cruz.

El investigador e historiador Sergio Afonso Díaz afirma que la expedición pasó por Garachico. Lo hace basándose en un documento de Bernardo Calmetas, un clérigo francés que viajaba en la San Antonio y que regresó a España cuando esta nave abandonó la expedición. El documento es un testamento que Calmetas firmó como vecino de Buenavista, pueblo cercano a Garachico. El historiador plantea que si la expedición hubiera pasado por Santa Cruz, no tendría sentido que Calmetas se hubiera quedado en Buenavista tras su regreso.

También argumenta que en aquella época el puerto de Garachico era el más importante de la Isla. Según los textos de Pigdaffeta, en la primera escala que realizaron adquirieron carne, carbón, leña, agua, etc. y esto era muy difícil de conseguir en Santa Cruz. Además, veinte años después del paso de Magallanes, Santa Cruz apenas contaba con 50 vecinos, incluso Taganana tenía más habitantes. Sin embargo, Garachico contaba con beneficiado eclesiástico, una institución encargada de recaudar el diezmo que solo se ubicaba en aquellas zonas donde había riqueza. De hecho, pocos años después se instalaría un segundo beneficiado en la zona.

Por su parte, Luis García Rebollo, antiguo Capitán de Navío de la Armada e investigador, asegura que la parada tuvo lugar en Santa Cruz. Lo hace basándose en un relato encontrado recientemente por el investigador y arquitecto Carlos Pallés Darias, titulado Breve et ristretta narratione (Narración breve y restringida). En este documento, de apenas una página, se especifica que fue el puerto de Santa Cruz donde tuvo lugar la primera escala de la flota en Tenerife. García Rebollo fue el encargado de traducirlo del italiano y contextualizarlo, ya que contenía muchos tecnicismos náuticos.

Este es el único documento conocido hasta la fecha en el que se dice que la flota fondeó en Santa Cruz. Sin embargo, no procede de una fuente primaria y, por tanto, no se puede confirmar su exactitud. Fue escrito por Giovanni Battista Ramusio treinta años después de la circunnavegación a partir de los testimonios de personas que no participaron en la expedición como Maximiliano Transilvano o Duarte Barbosa. Es cierto que el cuñado de Magallanes, que sí que participó, también se llamaba Duarte Barbosa, pero según Sergio Afonso no es el mismo que sirvió como fuente a Ramusio.

Ambos investigadores debatieron sobre el tema el pasado 3 de abril, en presencia de varios representantes de la Red Mundial de Universidades Magallánicas (RUMA). El encuentro tuvo lugar en centro multiusos M3 de El Médano, dentro del marco de la celebración del quinto centenario de la circunnavegación.

Cuatro tripulantes de Canarias

Cuando Carlos I decidió financiar el viaje, se aseguró de sustituir a los capitanes de Magallanes, que eran portugueses, por personas de su confianza. Antes de partir de la Península, la flota estuvo 39 días en Sanlúcar de Barrameda, que estaba bajo el control del Ducado de Medina Sidonia. El duque también quería tener personas de su confianza en la expedición, pero el puerto de Sanlúcar estaba muy vigilado por estos capitanes impuestos. Por ello, aprovechó la parada en Tenerife para embarcar a cuatro nuevos tripulantes. Estos son: Pedro de Indarchi (conocido como Pedro de Tenerife), Andrés Blanco, Blas Alfonso y Hernán López. Hay que resaltar que fueron obligados a sumarse al viaje.

Pedro de Indarchi embarcó como maestre en la Santiago y pasó a la Victoria tras sobrevivir al naufragio de la primera en la Patagonia. Su función era la de calafate, encargado de reparar las naves. Cuando la Victoria estaba a punto de completar la vuelta al mundo tuvo que hacer escala en el archipiélago de Cabo Verde para reponer provisiones. Los portugueses se enteraron que la ruta seguida por los españoles incumplía el Tratado de Tordesillas y procedieron a detener a los tripulantes que estaban abasteciendo a la Victoria, enviándolos a la cárcel de Lisboa. Entre ellos estaba Pedro de Tenerife, que tuvo la suerte de ser liberado junto a sus compañeros semanas más tarde.

En la 'Santiago'

Andrés Blanco embarcó como grumete en la Santiago, y al igual que Pedro, pasó a la Victoria tras el naufragio. Mientras Pedro y sus compañeros eran apresados en Cabo Verde, él esperaba enfermo en la Victoria, donde finalmente falleció el 14 de julio de 1522, un día antes de que el barco pusiera rumbo a España.

Hernán López embarcó como sobresaliente en la Trinidad, sustituyendo a Lázaro de Torres que dejó la expedición en Tenerife y falleció el 1 de mayo de 1521 en la emboscada de la Isla de Cebú, en Filipinas: Magallanes había muerto en un intento de someter al rey de la Isla de Mactán (también en Filipinas) a la corona de Castilla. Su cuñado, Duarte Barbosa, asumió el mando de la expedición y asistió a un banquete organizado por el rey de Cebú junto a un pequeño grupo de tripulantes. Sin embargo, miles de indios estaban esperándoles en la isla para matarlos.

Blas Alfonso era portugués y embarcó como sobresaliente en la Concepción. Tras la emboscada de Cebú, su nave fue quemada por falta de tripulación frente a la Isla de Bohol y los supervivientes pasaron a la Trinidad. Entre ellos estaba Blas Alfonso, que murió en el intento de la de regresar a España por el Pacífico el 14 de octubre de 1522.

Aquella zona se le había entregado al duque de Medina Sidonia por la ayuda que había prestado a Alonso Fernández de Lugo durante la conquista de las Islas. Estaba prohibido que se concedieran tierras a los nobles, cosa que sí se hacía en la Península. Canarias eran islas de realengo y los reyes no querían que se establecieran feudos. Tan solo se permitía el asentamiento de pequeños propietarios, de hecho, a los extranjeros no se les permitía invertir más de 200 maravedíes.

Un par de molinos

En lo que ahora se conoce como Granadilla se construyeron un par de molinos y también había plantaciones de caña. Sin embargo, las cosechas no salían muy buenas porque los terrenos eran de secano. Lo que sí existía era una gran producción de pez, que obtenía a partir de la cocción de la tea y se utilizaba para calafatear los barcos. Este material era bastante más resistente que la brea traída desde la península.

Esta zona marítima funcionaba como base comercial del ducado de Medina Sidonia. No existía población colonial en la costa, ni siquiera en las medianías. Había que subir hasta la zona de Las Vegas, por encima de Chimiche para encontrar el primer asentamiento creado por los castellanos.