El alcalde chicharrero, José Manuel Bermúdez, recordó que la capital tinerfeña no es el peor municipio de la isla en índices de contagio, y reiteró que según los datos que marca la evolución de la pandemia en Santa Cruz está controlado el impacto hospitalario y no cree igual que los contagios. De esta forma se mostró cauto sobre la posibilidad de que el Gobierno pudiera elevar Tenerife al nivel 2, una decisión que se debe confirmar para luego conocer qué tipo de restricciones se aplicarían.
«Me sigue sorprendiendo que el Gobierno de Pedro Sánchez nos haya llevado a un guirigay en vez de homogeneizar las medidas en todas las comunidades autónomas», explicó el regidor.
Bermúdez lamentó que el Ejecutivo canario perdiera la oportunidad de haber implantado desde el pasado mes de agosto el certificado covid, después de que intentara implantar esta medida de control y lo desestimara el Tribunal Superior de Justicia de Canaria el pasado junio. «Desde junio a noviembre no se ha hecho nada, y han sido los empresarios y los autónomos los grandes perjudicados de esta situación», incidió el mandatario municipal, que recordó que el Ayuntamiento chicharrero contribuyó a facilitar la labor con la puesta en marcha de las terrazas exprés.
Bermúdez considera que la puesta en marcha de los certificados covid, que ahora permite el TSJC al ser de forma voluntaria y estar en vigor por un período de tiempo –hasta el 10 de enero–, es una medida positiva, y anunció que estudiarán la letra pequeña para ver si se permiten ampliar la capacidad de los aforos en recintos culturales hasta el 100%, para aprovechar el impulso económico que vive Santa Cruz, lidera en Tenerife y Canarias la recuperación laboral y económica, aseguró.