eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Observatorio

La ‘fatiga informativa’

La ‘fatiga informativa’ OPINION ILUSTRACION DE LEONARD BEARD

Hace unos días, leyendo el diario Le Monde, verifiqué demoscópicamente uno de mis temores sobre el alcance de la llamada fatiga pospandémica: hay ciudadanos que dicen sufrir también de fatiga informativa. El artículo en cuestión –Los cansados de la actualidad: «Mi médico me ha aconsejado no ver más los informativos» (5 de noviembre de 2022)– constataba que los flujos de información, cada vez más cargados de noticias que producen ansiedad, deprimían a una mayoría de franceses. Algunas de las razones que esgrimían: encontraban las noticias demasiado complicadas, demasiado negativas o no lo suficientemente fiables.

Esta ansiedad informativa ha aumentado desde la pandemia del covid-19, la aceleración del cambio climático, el inicio de la guerra de Ucrania y sus daños colaterales en el conjunto de Europa: la crisis energética y el aumento del coste de la vida. El artículo citaba un estudio de la Fundación Jean-Jaurès, publicado en septiembre, según el cual un 53% de los franceses decía sufrir de fatiga informativa y, para remediarla, habían optado por estrategias de retirada: desactivar las notificaciones de sus móviles, controlar el tiempo que pasan ante las pantallas o evitar las cadenas de información continua.

Entre las razones de este repliegue, los encuestados citaban tres: los debates son demasiado polémicos y agresivos (35%), la falta de fiabilidad de las informaciones (34%) y el impacto negativo en su estado de ánimo o en su moral (31%). Esta tendencia se acompaña de la desconfianza creciente hacia el trabajo de los periodistas: según la encuesta anual del Reuters Institute, solo el 29% de los franceses declara tener confianza en los medios, un porcentaje en baja de nueve puntos desde 2015. Para poder contextualizar estos datos, decidí descargarme la totalidad del estudio, encargado por la Fundación Jean-Jaurès, el Observatorio Sociedad y Consumo y la cadena francoalemana Arte.

La encuesta se inicia con una constatación previa: la profunda transformación del paisaje informativo. Una mayoría de franceses (59%) sigue considerando que es importante informarse, pero las nuevas tecnologías se han impuesto: en 2005, solo uno de cada dos ciudadanos estaba conectado (52%) y hoy lo están nueve de cada 10 (92%). El resultado es que el ecosistema informativo se ha ido enriqueciendo y fragmentando al mismo tiempo: el ránking lo encabezan los informativos de televisión (89%), las redes sociales (83%) y la radio (82%). La prensa regional goza de mejor salud (56%) que los diarios nacionales (42%).

Algunos sociólogos habían anunciado hace años que esta sobreabundancia de noticias podía llegar a ser resentida como contaminación informativa, pero ahora se refleja también en forma de fatiga informativa: el 53% de franceses están cansados (un 38% muy cansados) frente al 47% que se declaran no cansados. Estas cifras no son trasladables automáticamente a España, pero es evidente que a los factores generales de fatiga informativa –la resaca de la pandemia, la crisis climática, la guerra de Ucrania y sus daños económicos colaterales– el ruido político español, con altavoces de signo contrapuesto en Madrid y Barcelona, es un factor añadido de fatiga para muchos ciudadanos.

En este contexto, las recetas del viejo periodismo siguen siendo vigentes ante los nuevos formatos: la necesidad de filtrar las fuentes de información –separar el grano de la paja– y jerarquizar las noticias según su importancia; la defensa de una información veraz –en la era de la posverdad– y de una opinión plural; la apuesta por la agenda de proximidad para contrarrestar la inflación del ruido político; la constatación de que la información de servicios de la vida cotidiana cohesiona y la agenda emocional divide. La necesidad, en definitiva, de que la prensa de calidad, en sus distintos formatos, apueste por un periodismo que no alimente la inflación de los qués y se detenga a explicar los porqués.

Son algunas de las recetas que siguen aún vigentes tanto para los diarios de papel como para los nuevos formatos digitales que incorporan. En resumen: frente a la creciente fatiga informativa que detecta en Francia esta encuesta de referencia, es necesario reivindicar un periodismo tranquilo que recuerde que los medios de comunicación no son propietarios del derecho constitucional a comunicar una información veraz, sino el instrumento para hacerlo efectivo.

Compartir el artículo

stats