eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Isidoro Sánchez

Música en el Molino de Ana

El personal salió muy satisfecho del concierto, que se animó con las explicaciones técnicas que impartió el amigo Pedro Izquierdo

Pedro Izquierdo.

A las doce horas del mediodía del viernes 21 de octubre, tuvimos la oportunidad de escuchar en el Molino de Ana, situado en La Piedad de La Orotava, un concierto de timple a cargo del profesor timplista Pedro Izquierdo, tal como se contemplaba en el programa cultural, acompañado por el guitarrista orotavense Román el Villero. Pedro es natural de La Matanza de Acentejo y sus primeros estudios de guitarra clásica los llevó a cabo en la Escuela Municipal de Música y Danza Villa de La Orotava, pero su titulación fue en el Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife. Es profesor de timple desde principios del siglo XXI, primero de 2002 a 2018 en la Escuela Municipal Villa de La Orotava y entre 2018 y 2021 en el Conservatorio capitalino. Ha impartido cursos en Cuba y Venezuela y en todas las Islas Canarias. Cuenta con una plataforma propia online especializada en el timple, con partituras, tutoriales, cursos, libros, etc. Además de sus conciertos en Bruselas y Berlín, Pinar del Río, La Habana y Caracas, adonde le llevé en mi etapa de eurodiputado para homenajear a Humboldt y Dulce María Loynaz, le invité a que participara no hace mucho tiempo en el Campus América que organizamos en los jardines de Sitio Litre del Puerto de la Cruz, para recordar la figura de Alejandro de Humboldt.

Lo cierto fue que le conté al grupo de hombres y mujeres que se dieron cita en un Bien de Interés Cultural como es el Molino de Ana que iban a tener la satisfacción de disfrutar de la música generada por el timple de Pedro y por la guitarra de Román durante cuarenta y cinco minutos mientras escuchaban un repertorio de ocho piezas que iba desde folías a una polka en fa pasando por malagueñas, Naranja, Uno de mayo, Berlina de La Palma, Mazurca de Agüimes y Danza Paraguaya. El resultado fue genial porque el personal salió muy satisfecho del concierto, que se animó con las explicaciones técnicas que impartió el amigo Pedro Izquierdo a la hora de introducir su repertorio y también por la implicación del colectivo humano en el debate posterior que se llevó a cabo en el patio del Molino, donde no faltaron las papas, los pollos, el vino y el gofio en un ambiente climático de primera categoría. Ello sirvió a este narrador para dar lectura a un escrito del timplista de Acentejo que decía textualmente: «La música es la mejor manera de comunicarse, compartir y entenderse. El timple es una herramienta para hacer música. El timple es la conexión entre la música, el público y la música». Por ello quedamos emplazados para próximas actividades musicales antes de fin del año.

Compartir el artículo

stats