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Bolaños en La Palma

Qué molesto que el presidente del Cabildo de La Palma sea del Partido Popular. Si no lo fuera, el discurso del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, habría quedado redondo. Dijo que cuando vienen mal dadas los únicos que son capaces de ayudar a la gente son los socialdemócratas, porque los conservadores se esconden en sus covachas neoliberales para entretenerse contando monedas de oro. ¿Como Mariano Hernández Zapata en el cabildo palmero?

La suerte que tiene el Gobierno socialista es que Hernández Zapata, se ha convertido, en lo de la catástrofe de La Palma, en eso que en política se suele llamar un tonto útil. Un señor dispuesto a estar mudo a cambio de dinero para la isla –silencio por pasta– creyendo que la lealtad institucional está por encima de los intereses electorales. Luego va Bolaños y le abre los ojos.

El ministro de la Presidencia, lanzó en La Palma un flamígero discurso electoral ante las autoridades y militantes de su partido. Se burló del fiambre de Pablo Casado, recordando que su proyecto para Canarias era bajar ese IVA que no existe en las islas. Y de Feijóo, al que se ocurrió decir que en el Archipiélago aún se viaja en jet-foil, un trasto que está igual de difunto que Casado. Pero también se podría haber burlado de algunos de sus compañeros del Consejo de Ministros, Ministras y Ministres, que fueron incapaces de pronunciar el nombre de Arguineguín.

Pero Bolaños estaba a lo que estaba. En modo campaña on. Nos quedan ocho meses así. O sea, un infinito insoportable. Estuvo tan ocurrente que dijo esta perla: No nos olvidaremos de La Palma hasta que el último palmero haya recuperado su vida normal. Espléndido. O sea, ¿que cuando todos lo hayan hecho se olvidarán otra vez de la isla? Te pones a hablar sin papeles y todo es patinaje artístico.

El ministro además afirmó ardorosamente que el Gobierno del PSOE es un buen negocio para Canarias, que ha recibido un 53% más de fondos que con el Gobierno del PP. Una verdad tan esencial como decir que cada año que pasa somos un año más viejos. Los presupuestos del Estado crecen año por año. Y hasta el rácano de Rajoy, que nos recortó hasta el saludo, nos dio más dinero que Zapatero por pura cronología. Solamente porque entre los 449 mil millones del 2018 y los 550 mil millones del año pasado hay cien mil millones de diferencia. Hasta feo estaría que nos diesen lo mismo.

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