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Jorge Bethencourt

Manual de objeciones

Jorge Bethencourt

Trenes sí, guaguas no

Vascos y catalanes tienen un peso determinante en la política española. La razón es que eligen diputados que van a Madrid a cambiar sus votos por inversiones, por transferencias, por pasta para su tierra. El pueblo soberano de Tontilandia, un territorio formado por siete islas sobre el mismo mar, ha preferido elegir mayoritariamente a diputados que obedecen a los grandes partidos nacionales. Que con su pan se lo coma, pero así sucede que una y otra vez nos toman por el pito del sereno.

Me gustaría tener parlamentarios socialistas y conservadores de obediencia canaria. Que fueran capaces de exigir a sus dirigentes nacionales, si quieren sus votos, que traten a Canarias como hacen con el País Vasco o Cataluña. Pero eso, ni se lo exigen sus votantes canarios, ni es aconsejable hacerlo si quieres hacer carrera política. ¿Así que pa’ qué?

Pero cabrea mucho que todo un presidente de Gobierno, como Pedro Sánchez, tenga el cuajo de decir en el Congreso que los españoles van a tener los trenes gratis durante algunos meses, pero que en Canarias ya vamos servidos porque nos subvencionan el transporte aéreo.

Hay que tenerlos cuadrados para comparar huevos con castañas. Una cosa es el transporte aéreo de larga y media distancia y otra muy distinta la movilidad interior y de cercanías. La gente no va a coger un avión para ir de Adeje a La Orotava, pero millones de personas cogen el tren todas las mañanas para ir al trabajo. Y, para más joder, hay líneas de la Alta Velocidad peninsular, la segunda red más grande del mundo donde se han gastado más de sesenta mil millones, que están igual de subvencionadas que el transporte aéreo Canarias-Península.

Las medidas que contempla la Ley del REF para Canarias –como la del artículo 6 del transporte aéreo– no son ayudas, como dicen algunos godos mentecatos, sino medidas económicas y fiscales dirigidas a igualar las condiciones de vida en las islas con las del continente. Porque si no fuera así, en esta tierra solo vivirían las pencas y los lagartos.

Si los trenes en España van a ser gratis, las guaguas y el tranvía en Canarias deben ser gratis. Por el mismo tiempo. Y en las mismas condiciones. Y hay que tener el cerebro de un centollo para no comprender que ambos sistemas de transporte cumplen funciones equivalentes allí y aquí.

Como no pintamos un carajo y como tenemos menos fuerza política que el pedo de un tabobo, no nos harán ni puñetero caso. Por la cantidad de veces que pasa deberíamos estar acostumbrados. Y es que, en el fondo, cada pueblo tiene lo que se merece.

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