Todo estaba preparado en 1997 para la romería regional de San Benito Abad. Su celebración iba a ser el domingo 13 de julio. La corporación municipal, que se había hecho cargo desde años atrás de su organización, había tenido que hilar fino porque ASAGA amenazaba desde varios meses atrás con “una romería sin vacas”. Estaban decididos a protestar así los ganaderos y agricultores laguneros por el proyecto del Plan General, que la gente del campo de la comarca de Aguere consideraba que, si se aprobaba, sería un golpe de muerte, totalmente nefasto para la supervivencia del sector primario del área agrícola y ganadera más potente de la isla de Tenerife. Entre sus eslóganes estaba el de “evitar el sambenito del encubierto trueque de tierra cultivable por cemento”. Incluso EL DÍA se hizo eco del tema y publicó un comentario editorial el 3 de junio, hasta que salió el gran Pedro Molina a serenar los ánimos y poner las cosas en su sitio: las movilizaciones y reivindicaciones no se iban a detener ni a disminuir, pero la romería de San Benito se celebraría, como desde 1948, con la participación del ganado de la comarca, porque esa era la tradición.
En 1997, como se estaba conmemorando el medio milenio de la fundación de la ciudad de San Cristóbal de La Laguna (¿no habría que estar festejando ahora los 525 años?), se pretendía que la romería tuviese mayor esplendor aún que las de años anteriores. La prensa insular contribuyó con eficacia a promocionar la gran manifestación folclórica. Este periódico le dedicó entonces páginas enteras. La víspera publicó una especial, con un amplio artículo de Domingo García Barbuzano, en el que recordaba en especial a uno de los más entusiastas miembros fundadores, Manuel Hernández Gutiérrez, fallecido dos años antes. Manuel, gran devoto de San Benito, de los que cargaban a hombros la efigie del santo en su anual procesión por la villa de arriba, y su esposa Emerenciana, se preciaban de confeccionar siempre por los días de la fiesta unos riquísimos rosquetes artesanos de insuperables calidad y sabor. Barbuzano recoge estas palabras suyas: ”El promotor de la romería fue Antonio Hernández Arrón (···), que organizó la fiesta en 1948, por lo que el próximo año cumple su cincuenta aniversario” (EL DÍA, 12.07.1997). La ciudad se aprestaba a convertirse en un río inmenso de color, de música, de canciones, de alegría
Sin embargo, todo se trastocó de la noche a la mañana. El secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco por ETA provocó una conmoción como nunca hasta entonces todo el país. Fue una inmensa ola de indignación y de solidaridad, que creció cuando el día 12 del citado mes de julio fue hallado en Lasarte el cuerpo todavía con vida del joven músico vasco, pero sin posible recuperación por la gravedad extrema de las heridas de bala en la cabeza. El Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, en solidaridad, acordó suspender la celebración de la romería. El pueblo entero secundó la decisión municipal. Ese día comenzó la derrota de la banda terrorista. De esto se cumplen ahora veinticinco años.
