Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La década del envejecimiento saludable (2021-2030)

En el ecuador de este mes de junio se ha celebrado un nuevo encuentro internacional sobre salud y envejecimiento, en la vigésima segunda edición del Congreso Mundial de Gerontología y Geriatría (IAGG-2022), celebrada de manera virtual desde Buenos Aires, Argentina.

Y qué placer tener la traducción simultánea en el español musical que se habla y se escucha en Argentina, frente a la dictadura diaria del inglés en casi todas las ciencias. Un disfrute con la variedad de nuestra lengua materna, ese tesoro tan útil, que en este año recuerda a dos de sus grandes impulsores históricos, al genio andaluz Antonio de Nebrija (1522-2022) y al rey sabio Alfonso X que ha cumplido ocho siglos con una exposición deslumbrante en Toledo, su ciudad natal.

En el citado congreso se ha podido compartir distintos retratos epidemiológicos sobre la Covid-19, desde áreas cercanas hasta las antípodas como la zona Asia-Pacífico. Y un reto que sobrevuela la mayoría de los países en vías de desarrollo y sus recursos sociosanitarios, el acelerado envejecimiento de su población y su concentración en ciudades. También varios simposios sobre África con temas como los cuidados informales a familiares, la sexualidad minoritaria de las personas mayores, ciudades amigables, etcétera; además de los temas habituales de geriatría. Destaca la alarmante ausencia, casi total, de ponencias y comunicaciones sobre salud relacionadas con obesidad y sedentarismo.

Entre la escasa participación española subrayamos un plan gubernamental para la actualización en prevención de fragilidad en la vejez, un modelo nuevo de residencias de larga estancia y las comunicaciones-póster, solo una decena en total, desde varias instituciones médicas y/o universitarias (Madrid, Salamanca, San Cristóbal de La Laguna, Valencia y Valladolid). También se ha hecho una valoración, veinte años después desde el ámbito internacional, del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre Envejecimiento, que reunió a la ONU en la ciudad, en 2002.

Pero algo que ha interesado, entre tantas aportaciones internacionales, ha sido el plan para la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030) de la Organización Mundial de la Salud (OMS/WHO), en relación a dos hechos planetarios, que vamos a tener una vida más larga, y que hay diferencias en cuanto a la esperanza de vida sana de hasta 31 años al nacer, y de 11 años a los 60. Algunos principios rectores de ese plan mundial son: no dejar a nadie atrás y su carácter inclusivo, alianzas con múltiples partes interesadas y su universalidad, también compromiso, equidad y solidaridad intergeneracional, y no causar daño a nadie.

Mientras se ponen de acuerdo los países y sus gobiernos en la infinita letra pequeña del citado plan, no se debe posponer la salud para el mañana. Frente a esos tres enemigos conocidos del buen envejecer –sedentarismo, obesidad y alto estrés–, se puede avanzar y tomar el control individual de nuestra movilidad-ejercicio-pasos y de nuestra dieta-calorías-peso. Además de permitirnos elegir personas, pantallas y canales que nos produzcan más bienestar y menos malestar. O sea, más oxitocina y menos cortisol en las relaciones sociofamiliares, laborales y de ocio.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.