eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

con la historia

Las deportistas republicanas

Hoy hace 91 años las calles de este país eran una fiesta. Miles de personas salieron a celebrar lo que llevaban años esperando: el fin de la monarquía y la proclamación de la Segunda República. El 14 de abril de 1931 ha pasado a la historia como fecha clave porque fue el momento en que en España se intentaron cambiar las cosas.

Dos días antes, el día 12, hubo elecciones municipales y las candidaturas republicanas arrasaron en las principales ciudades. Fue la puntilla para acabar con el reinado de Alfonso XIII, que ya había perdido todo su crédito político al haber apoyado la dictadura de Primo de Rivera, que duró desde 1923 hasta 1930. El régimen militar no resolvió los problemas del país y los grandes partidos dieron la espalda a la corona. El monarca no tuvo más remedio que marcharse al exilio sin que nadie moviera un dedo para defenderlo.

Ese día de abril fue una fiesta porque una parte importante de la sociedad lo vivió con euforia. Se veía como una oportunidad única para construir un nuevo país basado en los valores republicanos; porque no se trataba solo de querer vivir sin rey. Ser republicano era sinónimo de defender la justicia social, la escolarización, la cultura y las libertades democráticas.

Feminidad y cultura

No es extraño pues que las mujeres de ideas más avanzadas entendieran que aquel era su momento. Fue entonces cuando consiguieron el derecho de voto (antes que en países como Francia, por ejemplo) y se reguló el divorcio. Ahora bien, no hay que caer en el error de pensar que esto sucedió por generación espontánea. Hacía mucho tiempo que las mujeres se organizaban y luchaban en todos los ámbitos de la vida.

Ahora que todo el mundo se fija en el deporte femenino, que está viviendo el momento más dulce de la historia, vale la pena recordar una organización vital para entender el feminismo de hace 100 años: el Club Femení i d’Esports de Barcelona (CFEB). Fundado en 1928 con el lema Feminidad, deporte y cultura, estaba gestionado y formado exclusivamente por mujeres, con el objetivo de ofrecer una entidad en la que tanto se pudiera practicar actividad física como formarse culturalmente. De ahí que hubiera una i entre Femenino y Deportes. Su logotipo era la escultura griega de la Victoria de Samotracia que se conserva en el Museo del Louvre de París, porque para ellas simbolizaba la belleza, la perdurabilidad y el triunfo.

Si ahora conseguir que el deporte femenino tenga visibilidad y reconocimiento es un reto de dimensiones colosales, no hace falta decir que en aquella época todavía era más complicado. De hecho, para la moral más retrógrada era considerado una indecencia que las mujeres se atrevieran a vestir un pantalón corto y una camiseta para ejercitarse. Pero el CFEB encarnaba los nuevos aires de modernidad cosmopolita que entonces soplaban en la capital catalana. Buena prueba de ello es que en solo un año superó el millar de socias y pudo crear secciones de natación, gimnasia, atletismo, tenis, esgrima, patinaje, hockey, baloncesto... Además, paralelamente, organizaba actividades culturales variadas, que iban desde los recitales de poesía hasta los conciertos de música. Era un club transversal, donde había mujeres de diferente procedencia y nivel, como la escritora Anna Murià o la deportista Anna Maria Martínez Sagi, campeona de España de jabalina y primera mujer directiva del FC Barcelona (y de todo el fútbol estatal) durante la presidencia de Josep Sunyol en 1934.

Es fácil imaginar la emoción que sintieron aquellas mujeres cuando hace 91 años se proclamó la Segunda República. Era la hora de la verdad, de mostrar el compromiso con el nuevo régimen y también con las instituciones catalanas, a las que siempre apoyaron durante los años republicanos. Pero el levantamiento fascista encabezado por Franco terminó con todo. Aquel grupo de mujeres sabía que si los rebeldes se hacían con el poder perderían los derechos y libertades que se habían ganado a pulso. Y es lo que ocurrió. A partir de 1939 empezaron 40 años de sumisión y represión, de los que todavía se arrastran las consecuencias.

Compartir el artículo

stats