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Jorge Bethencourt

Manual de objeciones

Jorge Bethencourt

Creando empleo

En el camarote de los Hermanos Sánchez, Yolanda Díaz sale por una puerta llevando triunfal una bandeja con cigalas para celebrar los cientos de miles de trabajos creados este año hasta diciembre. Y por la otra puerta del pasillo entra la misma Yolanda criticando un mercado laboral deplorable, indigno y lesivo que va a ser reformado porque no sirve para crear empleo. Las dos se tropiezan en mitad de la habitación mientras los sindicatos las aplauden y los independentistas vascos y catalanes se llevan las cigalas a escondidas, debajo de las servilletas.

El aparato de propaganda oficial ha lanzado una salva de ordenanza con las extraordinarias cifras de la recuperación de empleo de este año. Se han creado 776.478 puestos de trabajo, lo que deja el número de trabajadores del país en el récord histórico de 19,8 millones. Seguimos teniendo 3,1 millones de parados, pero es un dato que no empaña el fúlgido brillo de Yolanda, eternamente. Aunque las cifras oficiales ocultan cuidadosamente –como si fuera un dato menor– cuántos de esos empleos se han creado en la economía privada y cuántos se han generado en el sector público gracias al chute presupuestario conseguido con dinero ajeno.

Si quieren hacer boca, los datos del INE hasta el tercer trimestre de ese año son los que son. En España había 16,5 millones de trabajadores privados y 3,4 millones de empleados públicos. Si suman verán que ya salen más que estas nuevas cifras que se han lanzado con bengalas. En el caso de Canarias teníamos 704.000 empleados privados y 173.000 empleados públicos. Las administraciones habían creado en las islas nada más y nada menos que cuarenta y pico mil empleos en cinco años mientras se habían destruido –sin contar los ERTE– casi veinte mil empleos en la economía privada.

Ya saben que los datos dependen de las fuentes. Como el marisco. Pero lo que no tiene mucha discusión es que la licitación pública cayó en Canarias este año de crisis un 60% mientras que subió un 80% a nivel nacional. Tiene su explicación, por supuesto. Aquí en las islas el Gobierno ha estado concentrado en poder dar las subvenciones y ayudas a las pymes y autónomos. Y aunque la Comunidad Autónoma cuenta con 70.000 trabajadores, concertó un acuerdo con las Cámaras de Comercio para que, con doscientos prójimos contratados al efecto, repartiera mil doscientos millones. Con tanto jaleo y tanto turrón y tanto coronavirus, no se han podido hacer proyectos, ni licitar obras, ni ejecutarlas. Con el precio de los pasajes, Keynes no pudo viajar a Canarias y se quedó en la Península con los langostinos de Yolanda.

Debe ser por eso que la ministra andaluza de Hacienda, María Jesús Montero, con fino humor, transfirió cien millones de carreteras que le debía a Canarias el 28 de diciembre, día de las inocentadas. «Toma, para que te los gastes en tres días», venía en la nota.

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