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Jorge Bethencourt

MANUAL DE OBJECIONES

Jorge Bethencourt

Y ahora… un volcán

Es domingo por la mañana. Diecinueve de septiembre de 2021. Llevamos a las espaldas un crack económico mundial y una pandemia planetaria. Y ahora, un volcán. O sea, lo que nos faltaba. Las autoridades piden calma y aseguran que estamos en manos de expertos. La Palma está en semáforo amarillo. Todo en calma tensa.

A las tres y diez de la tarde, cuando estamos a medio almuerzo, la lava sale disparada por varios puntos de la superficie de Cumbre Vieja. Nadie lo esperaba tan rápido. Pero esto es así: ha nacido el último volcán de Canarias. Tan nuevo que aún está sin bautizar.

Hasta unas horas antes, los expertos se curaban en salud asegurando que la erupción se podría producir o no. A algunos, los enjambres sísmicos de los últimos días, la emisión de gases y la deformación del terreno, les hacían sospechar que en cualquier momento podría saltar el tapón de la botella, pero nadie lo tenía seguro.

Nadie excepto ese familiar que todos tenemos en La Palma. Ese con el que hablamos esta semana y que nos aseguraba: “la isla va a reventar”. Porque el mago no tiene sismógrafos, pero tiene un olfato prodigioso. Y cuando los perros de caza se ponen raros y los temblores hacen temblar la casa, es que va a pasar algo gordo. Que fue lo que ocurrió el domingo, después de una madrugada en la que muchos no durmieron a causa de las sacudidas de sus viviendas.

El despliegue de la televisión canaria merece un aplauso. Aunque la calidad de la señal sigue siendo penosa, los profesionales sí que estuvieron a la altura de lo que se espera de un medio que nació para momentos así. Desde el primer minuto al pie de la noticia, mostrándonos en riguroso directo la furia de las bocas por las que salían todos los fuegos del infierno.

Nadie sabe cuánto tiempo va a durar la erupción. Pero ya sabemos dónde está y por dónde está bajando la lava hacia el mar. La principal tarea de las autoridades ahora, además de ayudar a la gente evacuada, es transmitir intensa en incansablemente una imagen veraz y tranquila de Canarias.

Esta tierra vive del turismo. Conviene no olvidarlo. Y hay medios, poco amigos, que ya han empezado a vender por toda Europa ese polémico trabajo científico sobre un posible derrumbe del flanco Oeste de La Palma y un mega tsunami apocalíptico del que se han escrito ríos de tinta. No es una coña. La BBC emitió dos veces un programa sobre ello. Y hay muchísima gente que se lo cree. Tenemos un gran trabajo que hacer en las redes sociales y en los medios internacionales. Ayer mismo un famoso tabloide británico, titulaba “Corran por sus vidas. Los británicos huyen de Canarias”. Tinta amarilla sobre lava roja. Los buitres nunca fallan.

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