Hoy comienza en toda España la tan deseada y ansiada campaña de vacunación contra la COVID-19, tras llegar a un acuerdo el Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas, cuando la incidencia de los contagios supera los 250/100.000 habitantes y la cifra de contagiados en toda España desde que se inició la pandemia es de 1.854.951 ciudadanos, de los que ya han fallecido unos 50.000, un dato grave y muy preocupante sobre el que ha reconocido el ministro Salvador Illa que “las cosas no están evolucionando bien”, si bien se tiene previsto que España disponga a lo largo de los próximos tres meses de 4,5 millones de dosis de la vacuna suministrada por Pfizer-BioNTech, la única que cuenta, por lo pronto, con la autorización de su uso urgente en toda la Unión Europa, aunque previsiblemente a principios de enero se dé luz verde por la Agencia Europea del Medicamento a la de Moderna, y hoy un anciano residente en un centro de Guadalajara será la primera persona que reciba en España la vacuna anti Covid, con lo que hay razones para la esperanza.

La primera vacuna se suministra en Guadalajara porque es donde estaba previsto que ayer llegaran todas las dosis, y, por tanto, es el lugar de España donde más rápidamente se puede comenzar a vacunar.

La gravedad de la situación lo demuestra el hecho de que prácticamente todas las comunidades autónomas han endurecido las restricciones, también Canarias, sobre todo en Tenerife, donde las cifras de contagios siguen al alza y nos aconseja protegernos al máximo, mantenernos en nuestras casas con la familia conviviente más cercana todo el tiempo posible, y evitar reuniones sociales en unas navidades muy diferentes a las tradicionales anteriores, por lo que no podemos bajar la guardia porque ahora mismo la mejor vacuna seguimos siendo nosotros mismos, y no podemos ignorar que desde el inicio de la pandemia en Canarias se han contagiado unas 25.288 personas y fallecido 394.

Respecto a Tenerife, llama la atención que hace unas semanas Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna figuraban entre las seis ciudades de España con mayor incidencia de la COVID-19, lo que obligó a adoptar unas medidas más drásticas que en el resto de las islas, incluso sobre la mesa estuvo el borrador de un confinamiento insular o parcial.

La distribución de la vacuna será equitativa entre las comunidades autónomas y en relación con los grupos de riesgo, comenzando por el sector de la población que más ha sido golpeado por la pandemia, las personas mayores y grandes dependientes de las residencias y sus trabajadores. Hoy está previsto que un avión militar llegue con las primeras vacunas al aeropuerto de Los Rodeos, y desde él se repartan por todas las islas, de forma que el presidente canario Ángel Víctor Torres considera que hasta marzo llegarán unas 169.000 dosis.

Cierto es que en las redes sociales surgen noticias alarmantes con relación a los posibles efectos secundarios de la vacuna, en general bulos que no conducen a nada y confunden a la población, pero también es cierto que, si ponemos en una balanza dichos efectos, generalmente de carácter leve, y los daños que puede ocasionar el coronavirus, mortales incluso, resulta preferible ponerse la vacuna antes que enfermarse.

Y mientras el Rey, en su discurso navideño, que me ha gustado, valora y agradece los esfuerzos de la ciudadanía y hábilmente se aleja de su padre, porque, según dijo, “los principios éticos están por encima de consideraciones familiares”, la variante del coronavirus británico llega a Alemania, pero no hay constancia en España de las dos nuevas cepas detectadas en el Reino Unido. Y respecto a la vacuna anti coronavirus, lo mismo que siempre me he vacunado de la gripe y nunca me ha producido trastorno alguno, ya estoy dispuesto para que me suministren la vacuna anti COVID-19, mientras espero que a todos nos vaya mucho mejor en el Nuevo Año 2021. ¡¡Salud!!