El PP está en el suelo que se ha marcado. Se ha suicidado con un veneno que se llama Vox. Se enredaron en la red de la araña. Y de paso Pedro Sánchez le ha dado el jaque mate a la derecha. Esta vez las encuestas no las cargó el diablo. Fracaso sin paliativos del PP. Como decía Pablo Casado, no les queda otra que tirar adelante. Ahora, por el bien de todos, toca dialogar y pactar. Ya está bien de inestabilidad.

El PSOE sacó 14 puntos a Unidas Podemos, que perdió más de un millón de votos, pero ahí están. Si el PSOE gobernó con 85 diputados en minoría, es difícil que no gobiernen ahora. Éxito de CC que ha conseguido dos diputadas, las encuestas decían que no sacaban uno. Ya ven. Aviso para las autonómicas. Las elecciones se ganan por el centro, y la derecha lo olvidó. España se alió para frenar a la extrema derecha, que cosechó los apoyos más bajos de Europa. España es distinta. No es comparable a Italia o Francia, donde los derechones han mordido duro.

¿Y ahora qué? Los empresarios, gente con cierta influencia, ya han dicho que les encantaría el pacto PSOE-Ciudadanos. La Bolsa lo agradecería. Pero a ciudadanos no le viene bien. Se disputan la supremacía de la derecha. Me temo una investidura en segunda vuelta y pacto PSOE-Podemos, casi seguro con la abstención de Ezquerra, que hará su carta al rey mago Pedro Sánchez. Así es España.