'Noche de paz': el silencio del hombre

John Woo regresa al cine estadounidense, donde ha brindado algunas de sus mejores películas -'Cara a cara', por ejemplo-, con una metódica cinta de acción en la que a sus habituales coreografías visuales une dos aspectos más que destacables. Uno es el sentido aún más físico de los enfrentamientos y tiroteos cuerpo a cuerpo, heredado del estilo de la saga John Wick; dos de los productores de las películas del asesino encarnado por Keanu Reeves producen la de Woo. El otro, y más importante, atañe al laconismo habitual en los personajes del director, multiplicado en esta ocasión a causa de una idea de guion que Woo convierte en esencia de su película: el protagonista ha sido tiroteado en la garganta y, pese a recuperarse, ha perdido la facultad del habla.

 Si en la mayoría de sus filmes sobran las palabras, aquí no hay espacio para pronunciarlas. 'Noche de paz', que es una tópica historia de venganza, se convierte en un relato absolutamente gestual en el que, más allá de las habilidades o limitaciones del actor protagonista (Joel Kinnaman), todo se expresa con el rostro, el movimiento corporal y el silencio. De este modo, una película de acción en apariencia limitada, o sin demasiadas ambiciones, logra trascender su simple punto de partida para erigirse en un depurado ejercicio de estilo con el que Woo, cumplidos ya los 77 años, continúa dominando el género que mejor ha practicado.