Dentro del ciclo de proyecciones vinculado a la exposición Este puede ser el lugar, performar el museo, el documental Veronique Doisneau (2004), del bailarín y coreógrafo Jérôme Bel (París, 1964). Este trabajo fue filmado durante la última representación artística que la bailarina realizó antes de retirarse del Ballet de la Ópera de París.

Jérôme Bel pertenece a una constelación de coreógrafos de la escena europea reciente cuya producción cobró importancia en la década de los noventa. Se podrían citar nombres como La Ribot, Jonathan Burrows, Xavier Le Roy, Mårten Spångberg, Tino Sehgal, Boris Charmatz, Vera Mantero, Meg Stuart o Juan Domínguez. Sin pretender anular sus diferencias e incluso evidentes antagonismos en sus planteamientos dramatúrgicos o en su manera de tratar con la forma y el discurso, se puede decir que existen convergencias y preocupaciones comunes. En el caso de Jérôme Bel destaca el intento de desvelar los mecanismos de la representación en el ámbito de la coreografía y así romper con la reproducción de formas discursivas y performativas de dominación.

La representación es un tema ampliamente discutido en la escena contemporánea y fue uno de los asuntos con los que lidió, en los años sesenta y setenta, la danza posmoderna norteamericana, caracterizada por su compromiso estético, político y social. Uno de los casos más significativos fue el planteamiento de la coreógrafa Yvonne Rainer con su conocido Manifiesto NO, de 1965, en el que decía: “No al espectáculo, no al virtuosismo, no a las transformaciones y a la magia y a la simulación (…)”.