Exposición Acto I: La eterna adolescencia de Álvaro Urbano. Con La eterna adolescencia, Álvaro Urbano nos introduce en una ensoñación atemporal con la recreación del Gazmira, hotel que comenzó a construirse a finales de los años 50 en la montaña de Tenisca (La Palma).

En Acto I: La eterna adolescencia, Álvaro Urbano introduce al espectador en una ensoñación atemporal con la recreación del Gazmira, un hotel que comenzó a construirse a finales de los años 50 en la montaña de Tenisca (La Palma) que nunca fue acabado. Como proyecto inconcluso del arquitecto palmero Rubens Henríquez, el Gazmira dejó congelada la promesa radiante del turismo en la Isla. Tras una década de enormes beneficios económicos, provenientes de la emigración y la agricultura, parecía lógico reinvertir los mismos en un nuevo proyecto capaz de extraer aun mayor rendimiento de la tierra. Una combinación de agua de calidad para el riego, en manos privadas desde la conquista, junto a largas horas de sol, parecía ser una combinación tan propicia para el turismo como lo estaba siendo para el plátano. Esto ocurría en una isla en la que la geología y con ella el humano, parecen aún hoy, participar de un ciclo sin fin de destrucción y renacimiento constante.