La campaña de las elecciones catalanas del 12 de mayo llega al periodo de veto demoscópico impuesto por la obsoleta ley electoral con las posiciones de los principales partidos muy afianzadas, pero con algunas tendencias que han cambiados en los últimos días y que pueden ser decisivas para la futura gobernabilidad. El promedio de todas las encuestas publicadas durante esta legislatura sitúa en cabeza y al alza al PSC, consolida la segunda posición de Junts, que no ha parado de crecer, y deja muy descolgada y a la baja a ERC. Superado el ecuador de la campaña, la ventaja de los socialistas ha aumentado en la última semana y es de 7,6 puntos sobre los posconvergentes, un punto más que el pasado miércoles, y de 11,7 puntos sobre los republicanos, 1,8 puntos más que hace cinco días.
En concreto, Salvador Illa ganaría otra vez las elecciones con el 28,7% de los votos frente al 21,1% de los sufragios que obtendría Carles Puigdemont y el 17% con el que se quedaría Pere Aragonès. En los últimos días, el PSC ha subido ocho décimas, JxCat ha bajado dos décimas y Esquerra ha retrocedido un punto. Hace poco más de dos semanas, Aragonès y Puigdemont estaban empatados; ahora el segundo le saca 4,1 puntos al primero, ocho décimas más que hace cinco días. En los comicios de 2021, las diferencias entre los tres partidos fueron mucho más estrechas: el PSC ganó por 1,7 puntos a ERC y este se impuso a JxCat por 1,2 puntos.
La lucha por la cuarta plaza se inclinaría a favor del PP de Alejandro Fernández, que se queda en el 9,3% de los votos (una décima menos que cinco días atrás), mientras que su inmediato perseguidor, Vox, (7,3%), se ha mantenido en el mismo registro desde el miércoles. También en su batalla particular, con solo un punto de diferencia entre ambos, terminan Comuns Sumar (5,4%), que ha perdido una décima en los últimos cinco días, y la CUP (4,4%) que ha bajado medio punto. Ciutadans no se ha movido del 1% de los sufragios y se ve superado incluso por Aliança Catalana (3,2%), el partido de extrema derecha independentista que lidera la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, que ha subido seis décimas en cinco días y rebasa la barrera electoral del 3% que da acceso al Parlament.
Convertidas estas medias en escaños, el 'sorpasso' de Junts a ERC se agranda. El PSC subiría de 33 a 41 escaños, Esquerra bajaría de 33 a 25 diputados y JxCat crecería de 32 a 34 parlamentarios. Respecto al miércoles pasado, los socialistas han ganado un representante, los republicanos han perdido dos y los posconvergentes se han mantenido igual. El PP recuperaría la cuarta plaza al saltar de 3 a 13 escaños, uno más que hace cinco días. Vox bajaría de 11 a 10 diputados, igual que el miércoles pasado. En estos últimos días, Comuns Sumar repite en los 5 parlamentarios y la CUP ha bajado de 6 a 5 representantes. Aliança Catalana ha sumado un nuevo escaño y se haría con 2 diputados en el Parlament, del que desaparecería Ciutadans.
Así pues, el independentismo tendría dos diputados menos que hace cinco días y perdería la mayoría absoluta en la Cámara catalana, incluso contando los votos del partido ultra de Orriols. La suma secesionista pasaría de 74 a 66 diputados si se cuenta a Aliança Catalana, dos por debajo de la mayoría absoluta. En porcentaje de voto, la suma de ERC, Junts y CUP sería del 42,5%, 1,7 puntos menos que hace tres días y 5,5 puntos menos que las últimas elecciones (48,05%). Si se incluye a Aliança Catalana, el secesionismo sumaría el 45,7% de las papeletas.
Los cálculos realizados por El Periódico, del mismo grupo editorial, a partir de una fórmula empleada por Ivan Serrano, investigador del IN3 (Internet Interdisciplinary Institute) de la UOC, corresponden a la media ponderada de los principales sondeos publicados. La ponderación se realiza, como en otras fórmulas de este tipo, en función del tamaño de la muestra (cuanto más grande, mayor valor) y de la fecha del trabajo de campo (cuanto más reciente, más significativa).