El espacio de Yolanda Díaz

Los Comuns blindan su marca e independencia en el debate sobre el encaje con Sumar

La formación tiene claro que va a mantener su identidad y su independencia en Cataluña por mucho que esté a partir un piñón con el proyecto político de la líder estatal

Yolanda Díaz junto a Ada Colau en un mitin de los Comuns.

Yolanda Díaz junto a Ada Colau en un mitin de los Comuns. / Elisenda Pons

Sara González / Miguel Ángel Rodríguez

Hasta ahora, la urgencia ha pasado por delante. Primero, fueron las elecciones municipales. Después, las generales. Y, ahora, la investidura. Pero se acerca el momento en el que Sumar deberá afrontar ser algo más que una coalición electoral de partidos para construirse orgánicamente y tener una estructura. Yolanda Díaz concibió el espacio como una confluencia superadora de siglas y de las formaciones preexistentes para llegar a un electorado más amplio, y es aquí donde puede chocar con resistencias más allá de la brecha abierta y aún irresuelta con Podemos. Sea cual sea el planteamiento de Sumar, los Comuns tienen claro que van a mantener su identidad y su independencia en Cataluña por mucho que estén a partir un piñón con el proyecto político de la líder estatal.

"No va a haber un Sumar Cataluña, nosotros somos sus representantes aquí", sostienen desde el partido de Ada Colau. Los Comuns entienden a la perfección qué pretende Díaz porque es la misma idea con la que nació Catalunya en Comú, paraguas bajo el que se acabaron cobijando -no sin tensiones internas por cuotas y liderazgos- ICV -extinguida formalmente en 2019, pero cuyos cuadros llevan ahora buena parte de las riendas-, EUiA -que sufrió una escisión-, Barcelona en Comú -la marca en la capital catalana y principal motor institucional- y Podem, que sigue existiendo como partido, pero que ha ido perdiendo peso e influencia.

Sin embargo, hasta ahora cualquier persona que quisiera militar e implicarse a nivel orgánico en los Comuns o en Podem tenía una ventanilla a la que acudir. Pero, ¿qué pasará con aquellos que quieran hacerlo en Sumar? El espacio catalán admite que con Díaz al frente en las últimas generales han logrado atraer a nuevos votantes y quedar en segunda posición, un resultado que compensó unas municipales en las que perdieron fuelle y la icónica alcaldía de Barcelona. Pero eso no significa, avisan, que estén dispuestos a diluirse en un proyecto a escala estatal, y más cuando han logrado una "estabilidad" interna que solo se ve alterada cuando hay que confeccionar listas con los morados. Otra cosa es que cuando concurran a las elecciones incluyan el nombre de Sumar en la candidatura, como ya pasó el pasado 23 de julio.

Un contexto interno y externo adverso

"No nos diluimos con Unidas Podemos y esa será la línea que se mantendrá ahora con Sumar", sostienen. Todavía, aseguran, Díaz no ha puesto una fórmula concreta encima de la mesa ni tampoco un calendario para formalizar el vínculo porque en estos momentos la prioridad es atar la investidura, pero la posición de partida es granítica a la hora de defender que habrá "hermanamiento" pero no subordinación o dilución. Una ambición que da por hecho que mantendrán Compromís o Más Madrid. Izquierda Unida se ha avanzado a la puesta en marcha del debate orgánico proponiendo que se funcione como una federación de partidos que se codeen de igual a igual y con Sumar como "uno más". Y Podemos mantiene vivo el pulso para que Irene Montero continúe en el gobierno bajo la amenaza de la ruptura si no se le tiene en cuenta después de haber quedado fuera de las listas.

Los Comuns no son los únicos que desconocen los planes de Díaz. En el entorno más próximo a la líder de Sumar también hay dudas. Una fuente de su entorno asegura que convocarán una asamblea con las bases del partido para decidir "qué tipo de organización" será Sumar. En esa cita, sostiene, se decidirá si se constituyen como partido, como una organización de partidos o como un "movimiento". Este último es el término preferido de Díaz para referirse a su organización. Aunque no descartan pedir al resto de partidos que se integren en Sumar, recuerdan que nacieron con un carácter "muy plurinacional" y que desean mantenerse así: "Nunca hemos tenido vocación centralista". La asamblea, a la que serán invitadas todas las formaciones, no se convocará hasta que haya Gobierno.

Fuentes de los Comuns que estuvieron implicadas en los orígenes de la confluencia catalana sostienen que el encaje de bolillos que deberá afrontar Díaz no será sencillo no solo porque los partidos llamados a coordinarse quieran mantener su identidad propia, sino también porque el "frente amplio" que abandera no cuenta con un clima social como el de la ola de politización que se fraguó al calor del 15-M y que dio pie al crecimiento de la izquierda rupturista en 2015 y 2016. Ahora, aseguran, hay que hacer frente a un contexto de desafección del que intenta sacar tajada la derecha y la extrema derecha y en el que el espacio tiene en el Congreso menos de la mitad de diputados de los que tuvo en su irrupción hace ocho años, pese a que, paradójicamente, está en condiciones de estar en la Moncloa como socio menor del PSOE.

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