El proyecto de Energía Bonita, la comunidad energética de La Palma, ha obtenido la puntuación más alta de España en la convocatoria del Programa CE Implementa, siendo además una de las dos únicas entidades canarias en participar de la iniciativa, adscrita al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y desarrollada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Este reconocimiento les permite recibir una subvención que cubrirá una parte importante del coste de la implantación de hasta nueve plantas de autoconsumo compartido, así como de la adquisición de hasta siete vehículos eléctricos, que irán destinados a un servicio de movilidad compartida.
La resolución, que otorga a Energía Bonita un máximo de 509.362,36 euros de un presupuesto total de 1.014.040 euros, coloca a La Palma en una posición ventajosa para afrontar la transición hacia un sistema energético sostenible, igualitario, democrático y en manos de la ciudadanía.
Los autoconsumos compartidos en los que ya está trabajando Energía Bonita consisten en el desarrollo de una planta solar centralizada, ubicada sobre una superficie idónea, cuya producción se reparte entre las personas, pequeñas y medianas empresas y administraciones locales asociadas situadas en su entorno inmediato. Con la legislación actual estos consumidores adicionales deben estar ubicados a una distancia máxima de 500 metros, aunque el Gobierno de España se comprometió públicamente a ampliar ese límite el pasado mes de agosto.
Las ventajas de este sistema, aseguran, son múltiples, tanto para el propietario de la superficie en la que se ubica la planta como para los vecinos y empresas que decidan convertirse en partícipes del autoconsumo. Para la propiedad porque rentabiliza ese espacio inutilizado en beneficio propio y de su comunidad, percibiendo además una compensación durante la vida útil de la planta. Y para el vecindario porque se puede beneficiar de energía renovable en condiciones razonables, cercanas al precio de coste e inmunes a los vaivenes del mercado y a las circunstancias geopolíticas. Es una energía limpia, barata y soberana, que se genera en La Palma y revierte en la Isla, apuntan.
