La Asociación Empresarial de Ganadería e Industrias Lácteas de Canarias (AEGIL) denuncia la «agonía» que atraviesa el sector ganadero de La Palma debido a los altos costes de la alimentación de los animales y a la insuficiencia de las ayudas que desde el Cabildo se ofrecen al sector. Reclaman que, dada la dificultad de la Isla para el acceso a forrajes, granos y cereales, así como los elevados costes de importación, «y cada vez resulta más complicado, por no decir imposible, que los ganaderos y queseros sean capaces de afrontarlos», señalan. En este sentido, denuncian que «hasta ahora la ayuda recibida por parte del Cabildo ha sido insuficiente» y apuntan al desconocimiento del consejero insular respecto a la problemática.
La Palma cuenta, según el censo del Gobierno de Canarias, con 1.562 cabezas de bovino, 14.916 caprinos y 1.036 ovinos, para los que se necesita el equivalente a más de noventa contenedores al mes de forrajes, granos, mezclas y piensos. Después de analizar estos datos, los ganaderos indican que «es imposible decir que La Palma no depende del exterior para alimentar a sus animales».
También hacen referencia también a que transportar un contenedor hasta una isla menor conlleva más costes que a una capitalina, señalando que la particular geografía de La Palma agrega un costo adicional. «Estos dos factores hacen que el promedio sea demás de mil euros por contenedor respecto a otras islas», por lo que se preguntan «si ante tal evidencia la actitud del Cabildo se debe a una deficiencia institucional o a un deliberado intento de burlarse de los ganaderos de la Isla».
También cuestionan la afirmación del consejero, para quien las ayudas que brinda el Cabildo son equiparables a las de otras islas, «cuando en realidad no es así», y lo defienden con datos. En Gran Canaria se han entregado 95 euros por unidad; en Fuerteventura, se ayudas de 360; en Lanzarote, 400 euros, 500.000 para la recría y 800.000 para la alimentación, e incluso El Hierro, con características similares a La Palma, entrega una ayuda de 39 euros por animal.
El coste de la alimentación animal ha subido más de un 50% y «es imposible seguir subsistiendo», y afirman que «necesitamos insumos en cantidades adecuadas y para eso requerimos, con urgencia, la ayuda». Por eso, reclaman que «si las instituciones no están para apoyar a quienes hacemos vida y obra productiva en la zona, ¿para qué están?».