El Grupo Popular (PP) en el Senado registra una moción en la que propone que el Centro Vulcanológico Nacional se ubique en La Palma «por criterios científicos y también económicos», por lo que decanta su posicionamiento en este aspecto hacia la Isla Bonita en detrimento de Tenerife. En el texto de la moción –firmada por el portavoz de los populares en la Cámara Alta, Javier Maroto, e impulsada por los senadores palmeros Asier Antona y Borja Pérez– se hace hincapié en que La Palma sería la «ubicación estratégica» para este centro, al que también aspira Tenerife.
Defienden los populares que La Palma es, «en opinión de los científicos, un auténtico laboratorio natural para la investigación en vulcanología», a la vez que en estos momentos es el «centro mundial de referencia en erupciones volcánicas». También indican en la moción presentada para su debate en la Cámara Alta que estas instalaciones en la Isla contribuirían con «los criterios establecidos para la lucha contra la despoblación y el desempleo, además de converger con los principios de cohesión territorial y social».
En el texto de la moción se hace referencia, respecto al coste económico del centro, que «al no disponerse de los datos y herramientas necesarios para realizar una estimación», serán el Ministerio u organismos competentes los que lo lleven a cabo.
El PP hace hincapié en que La Palma es un punto de referencia mundial para vulcanólogos, geólogos, sismólogos, oceanógrafos y ecólogos, entre otras ramas, «para el estudio de una situación única, singular en un enclave único como es la isla de La Palma».
Incide además el texto de la moción en que, «sin duda alguna», La Palma se está transformando, como dicen los expertos, en lo que se denomina un living lab que permite, a través de la ciencia, avanzar hacia el conocimiento de un mundo, la vulcanología, «necesitado de más conocimiento y más preciso que permita prevenir, en la medida de lo posible, situaciones como la vivida» tras la erupción del Tajogaite.
Adicionalmente, indica que el Centro Vulcanológico Nacional ayudaría a la Isla en el proceso de recuperación tras los efectos del volcán, «contribuiría a la fijación de población, mejoraría el empleo y diversificaría un tejido socio-económico nuevo», añaden.
Además, se refieren a que esta instalación científica permitiría dar respuesta a las demandas de la red de vigilancia y alerta sismo-volcánica del Instituto Geográfico Nacional, investigadores del CSIC y sus centros nacionales, así como de las universidades canarias, que vienen demandando aunar los esfuerzos en un centro único.
