eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Erupción en La Palma

La lava del volcán de La Palma avanza lenta sobre casas y cultivos de La Asomada

La nube de ceniza puede afectar a la operatividad del aeropuerto palmero durante el fin de semana | Mejora la calidad del aire

El terremoto de mayor magnitud y nuevos desbordamientos de lava cuando se cumplen dos meses de la erupción

Un grupo de turistas observa el volcán desde Los Llanos de Aridane. Andrés Gutiérrez

Para ver este vídeo suscríbete a eldia.es o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Un grupo de turistas observa el volcán desde Los Llanos de Aridane. Isabel Durán

La lava que emana del volcán de la Cumbre Vieja de La Palma avanza lentamente sobre La Asomada y su paso destructor continúa arrasando edificaciones y zonas agrícolas. La masa de material magmático recorre unos 20 metros cada hora, rellenando los huecos que han resistido entre las coladas cuatro y siete, situadas entre las montañas de Todoque y La Laguna. Según las estimaciones de la Unidad Militar de Emergencias (UME) la velocidad de la lava se podría haber ralentizado en las últimas horas, pero continúan realizando vuelos sobre el área afectada para controlar el ritmo y la trayectoria trazada por las lenguas. La fajana y la colada once, que discurre entre Montaña Rajada y Montaña Cogote, continúan recibiendo material lávico, aunque se mantienen estables.

El flujo de lava del volcán se intensificó el jueves, tras la intensa actividad sísmica de la jornada anterior, y sobre las 20.00 horas se produjo un desbordamiento del lago de lava, lo que aumentó el aporte de material magmático a las coladas. Las últimas mediciones indican que la lava ha cubierto 1.048 hectáreas, siete más que la jornada anterior, lo que supone el 1,5% de la superficie de La Palma. La fajana ya ha ganado 43 hectáreas al mar, el equivalente al mismo número de campos de fútbol.

Actividad del volcán desde el Mirador Astronómico del Llano del Jable

Actividad del volcán desde el Mirador Astronómico del Llano del Jable Video: @involcan / Foto: Andrés Gutiérrez

Según las imágenes tomadas por los satélites de vigilancia terrestre del programa europeo Copernicus, el número de edificaciones dañadas por el avance de la lava del volcán se sitúa en las 2.731, de las que 2.616 han sido destruidas y 115 afectadas parcialmente. Además, las coladas han devorado 314 hectáreas de cultivos, de las que 187 se destinaban a la plantación de plátanos, 59 a viñedos y 24 a aguacateros.

La sismicidad intermedia ha disminuido y la profunda se mantiene estable, el tremor se sostiene en niveles bajos y la deflación se ha reducido. Si bien, se ha detectado una deformación local de cuatro centímetros en la estación situada al norte de Jedey, donde se han llegado a computar deformaciones de más de diez centímetros desde que comenzó la actividad sísmica en la isla. Según el sismólogo del Instituto Geográfico de Nacional, Itahiza Domínguez, este fenómeno responde a la actividad generada en el sistema de realimentación del volcán de Cumbre Vieja.

Las emisiones de dióxido de azufre se mantienen en niveles parecidos a los de la jornada anterior y libera entre 17.000 y 26.000 toneladas diarias. Las condiciones meteorológicas han favorecido que la calidad del aire haya mejorado, lo que permitió retomar las clases presenciales en los centros educativos del Valle de Aridane, los vecinos y agricultores pudieron acceder a la zona de exclusión y los trabajadores de las desaladoras y la nueva carretera de acceso a Puerto Naos pudieron retomar sus labores.

El penacho volcánico alcanza una altura de unos 3.500 metros y se espera que el giro en el régimen de vientos oriente la nube de cenizas y gases hacia al este y el sureste, por lo que se puede ver comprometida la operatividad del aeropuerto de La Palma a lo largo del fin de semana. Los comités científico y técnico del Plan de emergencias volcánicas de Canarias (Pevolca) están pendientes de una borrasca que podría llegar este lunes a la isla y dejar intensas lluvias.

El terremoto más importante que se produjo el jueves se registró a 36 kilómetros de profundidad a las 1.08 horas, con una magnitud de 5,1, la más alta desde el comienzo de la crisis volcánica. El temblor fue sentido ampliamente por la población, con una intensidad IV y el epicentro tuvo lugar en la Villa de Mazo.

De los casi 7.000 vecinos desalojados, hay 483 albergadas, de las que 416 están en un hotel de Fuencaliente y 67 en otro de Los Llanos de Aridane. A estas se suman las 43 personas dependientes que están siendo atendidas en centros sociosanitarios.

Compartir el artículo

stats