Las coladas que han emanado del volcán de La Palma desde que entrara en erupción el pasado 19 de septiembre han sepultado ya un total de 612 hectáreas. Así lo ha indicado el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 del Gobierno de Canarias, quien puntualiza que de esta superficie afectada, un total de 169 se corresponden a áreas de cultivos.

A pesar de que no hay nuevos datos sobre edificaciones afectadas, según el sistema Copernicus, son 753, de las que 620 son de uso residencial, 70 de uso agrícola, 29 de uso industrial, 19 de ocio /hostelería y 7 de uso público, entre otros.

El avance de la lava, que desde ayer se ha recrudecido, ha obligado a la evacuación hoy de unos 800 vecinos más en Los Llanos de Aridane. Del total de desalojados, el Cabildo de La Palma informa de que 612 permanecen en un hotel en Fuencaliente.

Los técnicos de la emergencia volcánica esperan supervisar un mapa de peligrosidad respecto al rumbo que podría tomar la lava. El mapa ha sido encargado por el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, quien también ha especificado que la cifra de personas evacuadas de Los Llanos de Aridane puede variar porque muchos vecinos habían abandonado la zona previamente, hace días, retirando enseres de sus viviendas en previsión de que pudiera ocurrir algo.

La portavoz científica del Pevolca, María José Blanco, ha especificado tras la reunión de hoy que el campo lávico de la playa de los Guirres y El Charcón parece no tener actividad, y también vídeos submarinos han corroborado la ausencia de actividad en el delta lávico. Precisamente, un equipo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc) hacía públicas esta tarde las primeras imágenes de la fajana obtenidas bajo el océano.

El volcán ha emitido 21.868 toneladas diarias de dióxido de azufre y 1.848 de dióxido de carbono, y ayer se registró un pico de gran intensidad al superarse los 350 microgramos por metro cúbico de partículas, y concretamente se registraron 830, en un episodio puntual que remitió.

Miguel Ángel Morcuende ha recordado asimismo que la sismicidad continúa siendo elevada pero sigue concentrada a media profundidad -de 10 a 15 kilómetros- y a superior -más de 20 kilómetros- lo que indica que no hay probabilidad en principio de que surja un nuevo centro emisor.