Este asentamiento, que se encuentra ubicado en el municipio de El Paso, a tan solo un kilómetro de la boca original del volcán, fue habitado ya desde época prehispánica y hasta comienzos del siglo XX. Los estudiosos señalan que la cava de la raíz del helecho en esta zona de pinar resultaba muy común para la elaboración tanto de gofio como de harina, que se presume era el fin de esta ocupación.
A sólo un kilómetro de la boca de la erupción, en el llamado barranco de Las Ovejas, en el municipio de El Paso, se localizan 83 cabañas que conforman un poblado que está considerado como un conjunto arqueológico y etnográfico habitado desde la época aborigen hasta comienzos del siglo XX. Ahora esta amenazado por la ceniza volcánica que está azotando la zona. Si hace unos días, las cubiertas vegetales soportaban el peso de unos diez centímetros del material expulsado por el volcán, en la mañana de ayer ya se había duplicado el espesor.
De ahí que desde el Gobierno de Canarias se haya decidido documentar digitalmente estas construcciones, de forma que la empresa especializada Tibicena. Arqueología y Patrimonio se ofreció a realizar, de manera altruista, un levantamiento fotogramétrico y modelado con técnica 3D de todo el conjunto. Esta actuación, preventiva y urgente, resulta absolutamente vital para garantizar la posible reconstrucción del poblado en el supuesto de que fuese destruido o alterado por la furia del volcán.
El poblado de cabañas del Barranco de las Ovejas constituye uno de los asentamientos más interesantes de La Palma, no solo por la cantidad de construcciones que todavía se mantienen en pie, sino también porque fue habitado desde la época aborigen hasta comienzos del siglo XX.
«Tiene valores para convertirse en un parque arqueológico-etnográfico»
La cava de la raíz de helecho en esta zona del pinar era muy común para hacer gofio o harina, por lo que el personal especializado cree que estas cabañas fueron ocupadas con este fin.
Desde hace varios años, la Dirección General de Patrimonio Cultural, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y el Ayuntamiento de El Paso han llevado a cabo diferentes actuaciones para poner en valor este enclave, como la limpieza de la vegetación y el pinillo, la delimitación del conjunto, la colocación de varios paneles explicativos y la realización de varios sondeos estratigráficos.
Según Nona Perera, directora general de Patrimonio Cultural, el área que gestiona «tenía dentro de sus objetivos trabajar este yacimiento para hacerlo visitable pero hemos tenido que retrasarlo por la incidencia del volcán», asegura. Sin embargo, señala que lo importante «ahora es centramos en garantizar su conservación con esta reproducción digital».
Por su parte, el inspector de Patrimonio Histórico del Cabildo insular y director del Museo Benahorita, Jorge Pais, subraya que este enclave «tiene unos valores suficientes para convertirse en un parque arqueológico-etnográfico», si bien reconoce que hasta entonces es necesario realizar una «documentación preventiva de todo el conjunto de tal forma que tengamos una información detallada no solo del poblado sino de cada una de las estructuras».
«Nuestra intención era hacer visitable este yacimiento, pero se ha paralizado»
Con esta actuación se ha logrado una foto fija y de 360 grados en una extensión, independientemente de la situación volcánica, o sea, «una memoria de cómo es este espacio», sostiene el director de Tibicena, Marco Moreno.
«Podemos monitorizar el yacimiento», de tal forma que si se degrada por la ceniza, «esa imagen nos va a permitir tener un punto de arranque para reconstruir el conjunto en el caso de que fuera necesario», adelanta.
Asimismo, hace dos semanas, ambas administraciones públicas coordinaron el traslado de los bienes muebles de la Iglesia de San Nicolás de Bari debido a la cercanía del volcán a esta zona de Las Manchas. De forma complementaria, se realizó también un levantamiento en 3D de la ermita y su retablo, de hecho «se ha estudiado la forma más correcta de trasladarlo si las circunstancias empeoran», subraya Perera.
