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ERUPCIÓN EN LA PALMA | Avalancha de ayudas y muestras de cariño con los damnificados

Desbordados por la solidaridad

Un «ejército» de voluntarios trabaja en el Pabellón Severo Rodríguez de Los Llanos de Aridane para recepcionar la ayuda que será repartida entre los damnificados

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Erupción en La Palma: Avalancha de ayudas y muestras de cariño hacia los polmeros Andrés Gutiérrez

Particulares, empresas, entidades bancarias y hasta editoriales educativas han decidido volcarse de manera solidaria para amortiguar la tragedia económica y social que está suponiendo el volcán de La Palma. El único objetivo es conseguir que las personas que lo han perdido todo puedan sentir el respaldo de un pueblo que los acompaña y ayuda.

La solidaridad llegada desde todos los puntos del Archipiélago está generando un sinfín de sensaciones entre quienes están encargadas de gestionar estos recursos necesarios. Ahora, cuando más necesario es la colaboración y la hermandad de este territorio, la respuesta está siendo inmediata, creando una desbordante colaboración en pro de quienes lo han perdido absolutamente todo.

La concejala de Igualdad de Los Llanos de Aridane, Elena Pais, es quien se encarga de coordinar a todos los voluntarios, trabajadores del ayuntamiento y concejales de todas las fuerzas políticas que continúan arrimando el hombro para contribuir con su esfuerzo a hacer más llevadera la situación catastrófica que están viviendo.

En un pabellón deportivo, el Severo Rodríguez, con más de 3.000 personas de aforo, cada butaca supone un futuro mejor para un afectado. Allí se van colocando por tallas zapatillas de deporte, camisetas, ropa de niño y, en general, todo lo necesario para poder tener vestido en los próximos días. Tenemos que recordar que la sorpresa generada por la erupción del volcán provocó que muchas de esas personas tuvieran que salir con lo puesto de sus casas, sin poder recoger lo esencial.

Pais destaca a avalancha de solidaridad de la gente de la Isla y también de fuera, «nos llaman para preguntarnos qué hacer». Ella llama la atención sobre lo mejor, dice que es dirigirse a los Servicios Sociales, donde su personal conoce cada caso y las necesidades de cada persona. También cuentan con un equipo de psicólogos que trabajan con los afectados y tienen en cuenta las necesidades de cada uno.

Avance de la colada de lava del volcán de La Palma

Avance de la colada de lava del volcán de La Palma Carlo Padrón

Almacenar y catalogado

En el caso de no tener algo que se necesita, «hay muchas entidades y comercios que nos están ayudando». Todo el material almacenado y catalogado se comparará con unos listados elaborados con las personas desalojadas, y de esa manera cumplimentar todas las peticiones. Pais destaca que, si faltara algo con lo que no se contara en el pabellón deportivo, pues se buscaría con quienes están facilitando.

También se recogen alimentos, «ahora mismo nos hacen falta alimentos sin gluten y sin lactosa», destaca, además de los destinados para los más pequeños, como complementos alimenticios. «Hay muchas personas con alergias que necesitan esos alimentos», recalca.

En una de las gradas laterales se catalogan desde carritos de bebes, a sábanas o almohadas. En el otro lateral están los juguetes para los más pequeños y en uno fondo zapatos y calzado deportivo de todas las tallas, formatos y colores.

También han llegado colchones y somieres donados por vecinos «de todos los municipios de la Isla», destaca la concejala, quien añade que «se han volcado». También «toda Canarias». Así, en tan sólo dos días, Elena Pais indica que «podemos decir en mayúsculas que estamos desbordados por la solidaridad, pero bastante agradecidos».

Añade que no nos esperábamos tan grande cantidad de donaciones, mientras reseña la necesidad de establecer ahora unas prioridades que ayuden a completar las necesidades de las personas desalojadas. «Ahora es difícil decir que nos hace falta», añade.

Y son casi medio centenar de voluntarios los que generan un movimiento intenso de cargar cajas y bolsas, de clasificado por tallas y sexo, y de catalogar todos los productos alimentarios. Desde jóvenes de 14 años en adelante, ninguno mira el reloj y se afanan en completar su trabajo generosamente para poder llegar a ver los frutos de esa solidaridad, permitiendo recobrar la sonrisa a quienes más necesitan en estos momentos. En la planta superior están Brian, Jeison, Iker, Noelia, Zaván y Jorge clasificando la ropa de hombre. Camisas y camisetas que por talla van ocupando su respectivo asiento en el pabellón. Todo el día entre las cuatro paredes de la cancha deportiva. Allí, «nos lanzamos a colaborar sin dudarlo», comenta entusiasmada Noelia, sin perder una sonrisa contagiosa que puede apreciarse bajo su mascarilla. Mientras tanto Iker defiende que «cuando se trabaja de esta manera y para quienes lo necesitan, no te cansas».

Ellos son los obreros de la solidaridad. Quienes están con sus manos recibiendo el calor de las miles de personas que han decidido hacer una donación, en la mayoría de los casos, con ropa a estrenar. Pero echan en falta ropa interior. Es una de las peticiones que se sigue lanzando a través de las redes sociales para completar la vestimenta de quienes necesitan esta colaboración. Tanto para hombres, como para mujeres.

El material escolar es una de las primeras necesidades para los alumnos que siguen sin clases

En la grada de abajo, Ángela y Naomi están con la ropa de mujer. «Cada vez llegan más cosas, es un no parar», destaca la segunda. Continúan recolocando las prendas mientras son cuestionadas. No pierden ni un segundo. Pero Ángela reconoce que «es impactante la imagen que ofrece el pabellón con toda esta ropa», pero también destaca que «es bonito a la vez ver cómo la gente no para de ayudar.

En cuanto a la alimentación, la despensa de la solidaridad también competa una amplia gama de productos. Pero son los voluntarios quienes también recuerdan lo preciso de que no sean perecederos. Las cabezas no se levantan de la tarea. Es necesario no perder ni un minuto, pero si se escucha un «hace falta comida para bebes, y también comida sin gluten y sin lactosa», al que acompaña un «no te olvides de ponerlo en el reportaje». Pues aquí está.

Pero lo que más llama la atención a quien escribe estas líneas está casi oculto. Es una mesa larga, de un metro de ancho. Está hecha con burras y tableros de madera. Sobre ella decenas de juguetes. Y es que esa es otra de las realidades de esta tragedia. También entidades bancarias como CaixaBank se están volcando no solo con sus clientes, dando respuesta a las necesidades de toda la población afectada. Para ello, están habilitando varios canales para centralizar las donaciones económicas de particulares y empresas. Esta iniciativa se pone en marcha ante la recepción de múltiples solicitudes para colaborar con las familias afectadas por la erupción volcánica. Desde las tradicionales transferencias, al más moderno Bizum, se permite que lleguen desde todo el mundo esas cantidades dinerarias que se están comenzando a destinar para las primeras necesidades.

A esa conducta solidaria se están uniendo grupos y asociaciones de toda la Isla. Desde los vinculados al Carnaval como la Rondalla de El Cabo de Santa Cruz de Tenerife o los Amigos del Carnaval de Tetir, en Fuerteventura, son decenas de iniciativas las que se han empeñado que la solidaridad se convierta en protagonista de esta tragedia. También entidades deportivas como clubs de futbol o vinculadas a la vela, lideradas por el Club de Vela Latina Benahoare.

Las cámaras térmicas ayudan a los científicos a estudiar el volcán

Las cámaras térmicas ayudan a los científicos a estudiar el volcán Video: Agencia Atlas | Foto: EFE

Esas donaciones son entregadas a los ayuntamientos afectados o a Cruz Roja, encargados de su distribución entre las cientos de personas que lo han perdido absolutamente todo.

Otra de las peticiones realizadas por las personas afectadas también está teniendo respuesta. El material escolar para poder seguir con la educación de los más pequeños era una de las necesidades requeridas. Ahora, tras el anuncio de la editorial Vicens Vives, en colaboración con Correos, quienes también han perdido sus escuelas recibirán el material necesario para continuar con la educación.

Así, La Palma y sus habitantes se unen frente a esta adversidad, ya lo hicieron antes, también en otras catástrofes naturales, aunque eran otros tiempos. Vivir sobre el volcán lleva a ser conscientes de que en cualquier momento esto podría suceder, y de ahí que todos se vuelquen aportando su anónima colaboración.

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