El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, anunció ayer la suspensión de las fiestas de la Bajada de la Virgen de Las Nieves en sus fechas previstas para los próximos meses de junio, julio y agosto, aplazando su celebración a una edición extraordinaria para cuando las condiciones sanitarias lo permitan. Bernardo Álvarez quiso aclarar en el comienzo de su intervención telemática que la decisión se tomó en consonancia con el Ayuntamiento capitalino y el resto de autoridades políticas y eclesiásticas de la Isla.

La fiesta, que comenzó a celebrarse en el año 1676, alcanzaba en 2020 su 69 edición, celebrándose ininterrumpidamente todos los años terminados en cero y en cinco, además de algunas ocasiones extraordinarias, a lo que el Obispado de Tenerife se aferra para celebrar la Fiesta Lustral cuando las condiciones lo permitan. El obispo reseñó que "en este año lustral de 2020, buena parte del planeta vive el azote de una pandemia que está causando numerosas muertes, llevando sufrimiento y dolor a millones de personas", añadiendo que "en este contexto, los preparativos para la LXIX Bajada de la Virgen de las Nieves han sido interrumpidos hace ya semanas".

Desde las entidades organizadoras de la fiesta se acordará, una vez se tenga controlada la evolución de la pandemia y se cuenten con las medidas sanitarias garantizadas, la nueva fecha de celebración de una Bajada extraordinaria que contará "con todos los componentes habituales", precisó Álvarez. El nuevo calendario del programa festivo se convocará "con el margen de tiempo suficiente para realizar adecuadamente los preparativos que tan señalado acontecimiento mariano requiere", añadió el obispo de la provincia tinerfeña.

Además, anunció que en el caso de que las condiciones sanitarias cambiaran a lo largo del presente año y se pudiera celebrar un acto exclusivamente religioso, "el mismo se llevaría adelante en el modo y la forma en que sea posible y que, en estos momentos, no es realista anticipar".

En la toma de esta decisión, añadió, se ha tenido en cuenta la importancia que la Bajada de la Virgen de las Nieves tiene para todos los palmeros, así como su repercusión religiosa, cultural, social y económica. El obispo, natural de La Palma, quiso también agradecer el trabajo de los voluntarios y profesionales que durante los últimos meses han trabajado con "entusiasmo y fe" en los preparativos de la cita lustral, invitándolos a retomar su actividad de cara a la celebración en su nueva fecha.

El Grupo de Gobierno (PP-CC) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma mostró su apoyo firme a la decisión del Obispado de la Diócesis de Tenerife de suspender la celebración de la LXIX Bajada de la Virgen de las Nieves en los meses previstos de 2020. El gobierno local informó de que el Obispado trasladó su decisión al alcalde y presidente del Organismo Autónomo de la Bajada de la Virgen, Juan José Cabrera, que expresó su conformidad con los criterios expuestos por la Iglesia, al coincidir plenamente con el sentir del Consistorio sobre la conveniencia de suspender los actos "en un momento en el que la lucha contra la pandemia para salvar vidas es el único objetivo prioritario".

Suspensión de los ensayos

Con el comienzo de la crisis sanitaria se tomó la decisión de cerrar la sede del Organismo Autónomo de la Bajada de la Virgen 2020, trasladando su personal a tareas municipales, además de suspender la totalidad de los ensayos de los diferentes actos tradicionales que estaban previstos desarrollar este verano en honor de la Patrona. También se frenaron las negociaciones abiertas para la contratación de artistas e infraestructuras necesarias para los eventos de ocio. Desde el Ayuntamiento capitalino defienden que "las Fiestas Lustrales pueden y deben convertirse en el motor económico más importante para la economía, no solo de nuestra ciudad sino de toda la Isla después de que se supere la pandemia". El presidente de la Federación de Empresarios de La Palma (Fedepalma), Tomás Barreto, defiende que la realización de la fiesta de la Bajada de la Virgen supondrá la mejor medida para reactivar la economía después de superar la crisis del Covid-19.

La patronal palmera destacó la repercusión religiosa, cultura, social y económica para la capital palmera en particular y para toda la isla en general, poniéndose a disposición de los organizadores para "trabajar en tener la mejor Bajada posible, desde todos los puntos de vista y porque la economía de La Palma lo necesita, ahora más que nunca".

Barreto añade que "somos conscientes de la paralización de las actividades para la mayoría del tejido empresarial y profesional de la Isla, y sabemos que se hace necesario mirar hacia el evento lustral como la mejor medida de reactivación económica. Pero primero nos tenemos que preparar para salir de la mejor manera de esta situación, con la tranquilidad y la seguridad necesarias para ello".