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Patrimonio histórico | Incumplimientos urbanísticos

Dos obras ponen en riesgo la declaración de Patrimonio de la Humanidad del casco de La Laguna

Icomos, organización que asesora a la Unesco, avisa en un informe que las intervenciones en el Cristo y Manuel de Ossuna violan los compromisos suscritos por La Laguna en 1999

Obra para habilitar un tanatorio junto la plaza del Santuario del Cristo de La Laguna. Carsten W. Lauritsen

Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), organización internacional no gubernamental que asesora a la Unesco en la preservación de los bienes históricos, concluye en un informe que La Laguna ha incumplido las directrices que convirtieron a su casco histórico en Patrimonio de la Humanidad en el año 1999.

En el escrito remitido al Ayuntamiento de La Laguna el pasado 27 de mayo, el Comité Español de Icomos hace constar que dos intervenciones urbanísticas de la Ciudad de los Adelantados, una en la zona del Santuario del Cristo y otra en una parcela con frentes en las calles Manuel de Ossuna y Herradores, no respetan las directrices prácticas para que La Laguna se mantenga como Patrimonio Mundial, según la regulación de la Unesco. La organización hace una especial mención a las parcelas antes señaladas para que se mantengan según está fijado en el Plan Especial de Protección para el Conjunto Histórico Artístico de La Laguna, documento que está en vigor desde que fuera aprobado en 2005.

En el caso particular de la calle de Manuel de Ossuna, el Comité Español de Icomos denuncia un agravio sobre uno de los fundamentos para la conservación del patrimonio edificado, debido a la permisividad del Ayuntamiento de La Laguna a la hora de actuar sobre el parcelario y consentir la segregación del mismo. Icomos es categórico para solicitar que se tiene que preservar la forma de la trama y el parcelario que se ha cambiado para construir un edificio de apartamentos. «La parcela analizada ha sufrido una grave alteración original y de difícil reversión», hace constar Icomos en el informe.

La situación del velatorio del Santuario del Cristo, a juicio del instituto que vela por la preservación de los bienes históricos Patrimonio de la Humanidad, es peor aún, pues altera la ocupación y la volumetría, y daña un Bien de Interés Cultural (BIC). «La actuación proyectada resulta sumamente gravosa para el patrimonio arquitectónico, pues altera la tipología tradicional de este tipo de edificaciones, perdiendo con ello el carácter del edificio y su simbolismo». El Santuario, centro de culto del Cristo de La Laguna, se convierte en un velatorio con la transformación de esta zona de la plaza, hasta donde se trasladarán féretros y coches fúnebres. El actual gobierno municipal de La Laguna (PSOE, Unidas se Puede y Avante), con el socialista Luis Yeray Gutiérrez como alcalde, aclara sobre esta obra que se encuentra muy avanzada y que la licencia la concedió el gobierno anterior de Coalición Canaria justo antes de acabar el mandato, el 8 de mayo de 2019, cuando el alcalde era el nacionalista José Alberto Díaz. Añade que denegar la licencia en el inicio de este mandato habría expuesto al Ayuntamiento a altas indemnizaciones a pagar con dinero público de las arcas laguneras.

Icomos concluye que la actuación urbanística en los dos casos referidos de La Laguna contraviene las determinaciones de la Unesco que se utilizaron para declarar a Aguere como Patrimonio de la Humanidad y que el Ayuntamiento no está cumpliendo con el compromiso firmado ante la Unesco en 1999. Por ello, no solo recuerda que este tipo de actuaciones no se pueden realizar, sino que además se tiene revertir lo que se ha hecho. En caso de no hacerse, Icomos advierte que estas prácticas ponen en riesgo la continuidad del casco histórico de La Laguna como Patrimonio de la Humanidad.

El Ayuntamiento aclara que la licencia para la obra del Cristo se concedió el 8 de mayo de 2019

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El equipo de gobierno del Ayuntamiento aclara que Icomos no es un organismo oficial y que «La Laguna es Patrimonio Mundial por el trazado de sus calles, modelo que se exportó a Latinoamérica».

La parcela de la calle de Ossuna.

Se trata de una parcela que da a las calles Herradores y Ossuna. El argumento fundamental es que la división de esta parcela en dos mitades, eliminando la parte trasera de huerta, supone una violación clarísima del parcelario histórico de la ciudad de La Laguna y su concepto de ciudad-territorio que está protegido por la Declaración de la Unesco de 1999, como ya advirtió la Asociación Vecinal del Casco Histórico, según explica el historiador y sociólogo Álvaro Santana Acuña.

Esa actuación es gravísima porque supone eliminar el uso tradicional de los espacios verdes en el interior de las parcelas históricas, y por tanto se tiene que preservar, pues es una de las características fundamentales de la ciudad de La Laguna.

Icomos da la razón a la denuncia presentada por la Asociación Vecinal del Casco Histórico e incide en que esta parcela no se tenía que haber subdividido, sino que se tenía que haber respetado la organización en los diferentes elementos en esta parcela y pide que, si se puede, se recupere tanto esta parcela y se devuelva a su situación original, al igual que en el caso de las colindantes.

Se da la circunstancia de que las advertencias iniciales que realizaron el historiador del arte Carlos Rodríguez Morales, el investigador Aarón Sánchez y el historiador y sociólogo Álvaro Santana Acuña sobre el proyecto de Manuel de Ossuna –observaban «otro nuevo golpe para el patrimonio histórico del centro de La Laguna»- fueron contestadas por el grupo de gobierno lagunero. «Una ciudad histórica debe adaptarse a los tiempos», zanjó el concejal de Ordenación del Territorio, Santiago Pérez, en una rueda de prensa en septiembre de 2020. Aquello seguía también a otras manifestaciones anteriores de Pérez en las que discrepaba con las posturas de Santana: «Una actitud ortodoxamente conservacionista acabará con todo el patrimonio en el suelo». Ahora el Icomos les da la razón a los investigadores.

Plaza del Cristo.

Desde hace casi cuatro años diferentes asociaciones, y en particular la del Casco Histórico, se ha pedido que no se haga el velatorio. Ahí se han violado varias leyes tanto de Patrimonio Nacional como de ámbito autonómico y también la directrices prácticas de la Unesco.

El historiador Álvaro Santana Acuña precisa que en este particular se ha violado un conjunto histórico, que es Bien de Interés Cultural, produciendo una adaptación del uso del espacio a un uso no registrado y que, como plantea la asociación de vecinos del Casco Histórico, también convierte a la plaza y al Santuario del Cristo en un espacio totalmente diferente al tradicional. Esta actuación ha supuesto la destrucción de un edificio que es BIC y que se ha cambiado la volumetría, se han alterado los espacios y se han suprimido elementos históricos, y que la Unesco considera que se trata de una actuación gravísima que no se tenía que haber permitido.

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