El portavoz de Coalición Canaria (CC) en La Laguna, Jonathan Domínguez, insistió ayer en los perjuicios del nuevo tramo que se pretende construir en la autopista del Norte (TF-5), el denominado variante, baipás o desdoblamiento. El también concejal lamentó el giro que supone esta actuación en el discurso del responsable local de Ordenación del Territorio, Santiago Pérez (PSOE y Avante), y urgió al veterano edil y al grupo de gobierno a que informe sobre el nuevo Plan General de Ordenación (PGO).
Domínguez negó que CC haya defendido un crecimiento de la ciudad hacia la zona norte, y preguntó que si la expansión hacia la vertiente sur a la que se ha referido Pérez será sobre lo que denominó «Los Llanos de San Lázaro», en alusión a los terrenos que se sitúan entre ese barrio lagunero y el de Camino de La Villa. Añadió que, en caso de que se trate de un desarrollo hacia Geneto, es lo mismo que ha defendido Coalición.
«A Santiago Pérez le recomendamos que abandone la política activa de una vez», expresó, antes de señalar que es «el tapón del desarrollo de La Laguna» y de referirse a él como «Santiago Pérez, alias el Fraude». La nota de prensa de los nacionalistas sobre la rueda de prensa recoge, entre otras críticas a Pérez, que «el concejal del PSOE debería salir de la gandulería y ponerse a trabajar por un PGO participativo y exponerlo antes del final de este mandato».
Acompañado por el secretario local de CC –Fran Hernández–, el candidato nacionalista a la Alcaldía lagunera reiteró que la variante de la TF-5 no es la solución a los problemas de tráfico, que costará más de 400 millones de euros, que tendrá que aportar dinero toda la Isla –«defendemos de una manera solidaria a La Laguna», apostilló– y que no estará antes de 2030. Además, volvió sobre uno de los planteamientos que viene repitiendo CC: que se trata de la primera fase de la Vía Exterior. Domínguez lanzó una alternativa: un túnel entre Guamasa y Llano del Moro.
La variante choca con el discurso de defensa del suelo rústico que mantuvieron en la oposición tanto Unidas se Puede como Santiago Pérez. Sobre el papel de esa primera formación, Domínguez planteó las posibilidades que tenía para impedir la obra al encontrarse dentro del grupo de gobierno. Al contrario, lo que hizo el líder de Unidas, Rubens Ascanio, fue defenderla en primera instancia para, posteriormente, desdecirse y pedir más plazo de exposición pública.
Según Jonathan Domínguez, el proyecto supondrá la demolición de viviendas que, en algunos casos, serán pagadas «a precio de solar» al no estar en suelo urbano consolidado. En particular, se refirió a la zona de la Cruz Chica y lamentó que ni siquiera informaron a los vecinos de que sus propiedades se verían afectadas.
