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Presidenciales francesas

El fiasco diplomático de Macron con Putin

El presidente francés se prepara para oficializar 'in extremis' su candidatura tras el fracaso de su apuesta diplomática con Rusia | La ofensiva rusa deja en evidencia al joven presidente, pero debilita aún más a los aspirantes ultraderechistas

Una imagen de la reunión entre Emmanuel Macron y Vladímir Putin.

Parecen haber pasado siglos desde la reunión entre Emmanuel Macron y Vladímir Putin en el Kremlin. La larguísima mesa blanca, objeto de múltiples memes y que simbolizó el distanciamiento entre Rusia y Occidente, ha volado en mil pedazos. Y eso que apenas han pasado 19 días desde ese mediático encuentro. La invasión rusa de Ucrania, con el previo reconocimiento de Moscú de la independencia del Donbás, evidenció el fracaso de los esfuerzos diplomáticos del presidente francés para evitar el peor de los escenarios, finalmente, convertido en realidad.

Macron decidió aplazar hasta principios de marzo la oficialización de su candidatura para concentrarse en las negociaciones entre Rusia, Ucrania y el bloque occidental. Después de que su hiperactividad diplomática no haya aportado ningún resultado -más bien dio la sensación de haber sido manipulado por Putin para ganar tiempo-, anunciará sus aspiraciones electorales la próxima semana, antes de que se acabe el plazo para hacerlo el 4 de marzo. La oposición y analistas políticos consideraron que este anuncio en el último momento ha sido como una apuesta cínica del joven presidente en aras de imponer una campaña relámpago, en que asumiera el mínimo riesgo. Y así lograr una fácil reelección en los comicios del 10 y 24 de abril, en que, según los sondeos, parte como favorito.

La realidad es que la guerra en Ucrania ha relegado a un plano totalmente secundario la campaña electoral, que ya se estaba desarrollando a medio gas. Los debates sobre la pandemia, la inmigración o el poder adquisitivo de los franceses han dejado paso a discusiones -a menudo acaloradas y con tonos belicistas- sobre la amenaza de Rusia, la seguridad en Europa y el papel de Francia en el mundo.

"Esta guerra durará"

La guerra ha vuelto a Europa. Si tuviera que transmitiros una convicción esta mañana, esta guerra durará”, aseguró Macron durante una visita el sábado por la mañana en el Salón de la Agricultura. El dirigente centrista ya había advertido el jueves de que este conflicto supondrá "un punto de inflexión en la historia de Europa y de nuestro país". Después de que diplomáticos franceses consideraran durante semanas exageradas las advertencias estadounidenses de una inminente invasión de Ucrania -¿si Washington tenía tan claro que este escenario iba a producirse por qué no tomó medidas más valientes para evitarlo?-, el presidente galo cambió claramente el tono desde el jueves.

El Gobierno francés no solo condenó con firmeza el ataque ruso, sino que también se ha posicionado a favor del envío de material militar defensivo y de algunas de las sanciones económicas más duras, como la exclusión de Rusia del sistema bancario Swift. Las fuerzas navales francesas interceptaron en el Canal de la Mancha un barco comercial con bandera rusa, sospechoso de pertenecer a una de las empresas sancionadas por la Unión Europea. Además, Macron fue el primer dirigente occidental en hablar con Putin el jueves por la noche después de decretar la ofensiva. Aunque no se le pueden reprochar al joven presidente sus esfuerzos diplomáticos, el desenlace trágico evidencia el fracaso de su estrategia, acentuada desde 2019, de adoptar una actitud dialogante con el presidente ruso para apaciguar la nueva Guerra Fría entre Occidente y Moscú, que amenaza con un conflicto directo entre potencias nucleares.

Los ultras Zemmour y Le Pen quedan retratados

El fracaso de Macron en la guerra Rusia-Ucrania se suma a la reciente retirada de Malí o la traición sufrida por su país en la crisis de los submarinos. El balance de la política internacional de Francia en los últimos cinco años resulta especialmente pobre. ¿Lo pagará el joven presidente en las urnas? ¿O el miedo suscitado en la opinión pública por la invasión rusa de Ucrania hará que su reelección sea más cómoda que un paseo de domingo? Faltan 44 días para la primera vuelta de las presidenciales y resulta imposible pronosticar los efectos electorales de la guerra.De hecho, los ultraderechista Éric Zemmour y Marine Le Pen, principales rivales de Macron, aún han quedado más retratados por el conflicto, debido a sus vínculos ideológicos y políticos con la Rusia putiniana. Zemmour defendió en 2018 que Francia necesitaba un "Putin francés", mientras que Le Pen financió su anterior campaña con el dinero de un banco ruso. Las posibilidades del insumiso Jean-Luc Mélenchon -candidato de izquierdas mejor posicionado- también se pueden ver lastradas, puesto que los grandes medios asimilan, con evidente mala leche, su posición altermundialista y contraria a la OTAN con una supuesta condescendencia con Putin.

Después de meses de una campaña marcada por polémicas estériles y las eternas discusiones sobre la inmigración y la inseguridad, ahora la democracia francesa deberá debatir sobre un asunto crucial: la seguridad en Europa y el rol de Francia en el mundo.

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