El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha acusado al actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, de imponer cortapisas para llevar a cabo un efectivo traspaso de poder tras las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

En este sentido, ha especificado que la Administración saliente está poniendo "obstáculos" a una transición de poder "suave", especialmente en asuntos relacionados con la defensa del país, según informaciones de la cadena CNN.

"Ahora mismo estamos simplemente recabando toda la información que necesitamos de la Administración saliente en lo referente a cuestiones de seguridad nacional", ha aseverado Biden, que lo achaca a una cuestión de "irresponsabilidad".

Trump, por su parte, se niega a reconocer su derrota en las elecciones del mes pasado y ha insistido en que se produjo un fraude electoral. Además, ha decidido no reunirse con Biden y no está claro que lo haga antes del día previsto para que jure el cargo, en enero.

Tradicionalmente las administraciones colaboran con el equipo del candidato que gana los comicios para llevar a cabo un traspaso suave de poder, especialmente para preservar la seguridad nacional.

El jefe del Pentágono lo niega

Por su parte, el secretario de Defensa de EEUU, Chris Miller, desmintió estas acusaciones, y aseguró que la información compartida hasta ahora supera la de Gobiernos anteriores.

"El Departamento de Defensa ha hecho 164 entrevistas con más de 400 funcionarios, ha entregado más de 5.000 páginas de documentos, mucho más que lo que pidió inicialmente el equipo de transición de Biden", afirmó en un comunicado Miller, quien ocupa la secretaría de Defensa de manera interina desde el 9 de noviembre.

"Los esfuerzos del Departamento de Defensa superan a los de las Administraciones recientes cuando aún faltan tres semanas", añadió Miller, quien aseveró que se están planeando reuniones adicionales para lo que queda de transición.

El Pentágono, dijo, está dispuesto a contestar "a todas y cada una de las solicitudes de información" que estén en su "ámbito".

El pasado 18 de diciembre, Miller anunció una suspensión de las reuniones con el equipo de Biden hasta después del 1 de enero, que desde el entorno del demócrata denunciaron como una decisión que se enmarca en la "resistencia" de algunos sectores a la transición.

Trump aún no ha reconocido su derrota frente a Biden en las elecciones del 3 de noviembre, y tardó varios días en dar luz verde para que se iniciara el proceso de transferencia de poder.

A comienzos de diciembre, la Casa Blanca destituyó a nueve miembros del Consejo Comercial de Defensa del Pentágono, de carácter consultivo, para colocar en él a aliados de Trump, informó en ese entonces el medio Politico.

El 9 de noviembre, Trump despidió de manera fulminante al secretario de Defensa, Mark Esper, quien el verano pasado se opuso a enviar unidades militares para sofocar los disturbios raciales, y colocó en su lugar a Miller.

Tras esa decisión, la cúpula civil del Pentágono dimitió y la Casa Blanca aprovechó su marcha para colocar a tres de sus aliados en los puestos de secretario de Defensa para Política, subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad y jefe de Gabinete de la Secretaría de Defensa.