MAURICIO GONZÁLEZ-GORDON

Presidente de González Byass

"El consumo de vino de Jerez está siendo excepcional"

POR ARMANDO HUERTA

Preside una empresa con 187 años, 179 marcas de vinos y licores, y 162 accionistas familiares. Quizá por ello huye de los personalismos y prefiere conjugar los verbos en primera persona del plural, en alusión a la quinta generación de la familia González, a la que él pertenece. Atribuye al colectivo los éxitos que, en su etapa, viene cosechando la compañía en diversificación, exportación y sostenibilidad.

Mauricio González-Gordon subraya que, aunque ya había un “resurgir de la categoría”, el confinamiento impulsó sus ventas en Reino Unido y España.
ARMANDO HUERTA. Jerez de la Frontera (Cádiz) –¿Empieza a remontar el vuelo el sector del vino?

–A medida que van eliminándose las restricciones, vuelve con fuerza la disposición a consumir. En estos momentos el escenario general es de crecimiento, con niveles de consumo equiparables ya a los de 2019.

–En lo peor de la pandemia, el cierre del canal Horeca hizo mucho daño al sector.

–El 2020 fue un año muy duro. En el mercado español sufrimos mucho porque nuestra exposición a la hostelería es en torno al 70%. Sin embargo, en el Reino Unido, donde estamos más focalizados en la alimentación, en los grandes supermercados, llegamos incluso a crecer en 2020. Contar con el 73% de la facturación fuera de España, junto a una reacción ágil de nuestros equipos, hizo que nuestros ingresos cayeran solo un 9,8% y que nos mantuviésemos en resultados positivos.

–Sorprende el comportamiento del vino de Jerez.

–El Jerez se comportó excepcionalmente bien, sí. Confluyeron dos circunstancias: el resurgir de la categoría, que ya estábamos sintiendo antes de la pandemia, y el hecho de que se pasó mucho tiempo en casa, lo que favoreció su consumo especialmente en mercados como el británico, pero también en español. Es una categoría en la que ya estamos por encima de 2019, el año previo a la crisis.

"El confinamiento favoreció más a los vinos que a los espirituosos y los espumosos"

–El aumento del consumo en el hogar no compensó la caída de las ventas en restaurantes y hoteles...

-Depende de cada mercado. En nuestro caso y en España, con un 70% de ventas en hostelería, por mucho que creciera la alimentación era prácticamente imposible que se compensara la caída en este canal.

-¿Y por categorías?

–El confinamiento favoreció más a los vinos, quizá porque fue habitual compartir en familia una botella para alegrar la vida en esa etapa tan complicada. Sin embargo, las bebidas espirituosas se consumieron menos. Y los espumosos, más vinculados a la celebración, también sufrieron.

–2021, mejor...

-El año 2021 se ha visto afectado por las olas de contagio y por otras dificultades como el coste de las materias primas y la energía, que ha subido mucho. También por los cuellos de botella en los fletes internacionales, que han retrasado las exportaciones. Pero, a pesar de esas dificultades, el comportamiento de nuestras marcas ha sido muy positivo; han crecido prácticamente en todos los mercados, con la única excepción de Asia, donde las restricciones han sido más duras y prolongadas. Nuestro margen de explotación creció un 28% frente al ejercicio anterior, con lo que ya vemos la actividad en franca recuperación.

–La exportación es capital en el modelo de negocio de González Byass...

–Sí. Estamos presentes en 110 países y, en líneas generales, la exportación se está comportando bien. Una parte de nuestra facturación exterior está en los mercados donde tenemos comercializadoras y distribución propias, como son Reino Unido, Estados Unidos y México, además de España, por supuesto. Por categoría de producto no solo estamos por encima de 2019 en los vinos de Jerez, sino también en otros vinos como Pedro Domecq, Pazos de Lusco o Dominio Fournier. También en los licores premium.

"Nuestro margen de explotación en 2021 creció un 28% frente al ejercicio anterior"

–En 2016 compran Veramonte en Chile, y en 2017, Pedro Domecq en México. Apuestan fuerte por estos dos países...

–La decisión de invertir en bodegas fuera de España responde a que, por una parte, queríamos enriquecer nuestro portafolio de marcas con orígenes complementarios en un mercado cada día más global y, por otro lado, buscábamos masa crítica que nos ayudara a montar distribuidoras en mercados que consideramos estratégicos. La compra de Veramonte, en Chile, también nos ayuda a reforzar González Byass USA, que había empezado dos años antes como empresa comercializadora. En México ya teníamos una pequeña distribuidora porque creíamos que era un mercado con potencial, pero la adquisición de Pedro Domecq nos ha convertido en la quinta comercializadora de bebidas de este país.

–¿Algún país en el que consideren que pueden crecer en el futuro?

–La globalización ha hecho posible que los distribuidores tengan muchísimas marcas y opciones. Eso es lo que nos llevó a montar distribución propia en otros mercados. Y hay algunos como Alemania, Rusia, Polonia, Brasil, Canadá, China o Japón, que vemos muy interesantes, pero que todavía no tienen la masa crítica, el volumen, que justifique tener allí una estructura de personas. Son mercados prioritarios para González Byass y donde no descartamos algún día montar una estructura propia.

González-Gordon, en la bodega ‘La Cuadrada’ de González Byass.
Fotografía: Paco Martín

–Unas veces González Byass crece creando bodegas, como Finca Constancia en Toledo, pero otras es crecimiento inorgánico…

–Nuestro objetivo era estar presente en las principales denominaciones de origen españolas para construir un portafolio de marcas y orígenes representativo de la diversidad enológica de nuestro país, que es amplia y rica. Y ese objetivo lo hemos ido cubriendo poco a poco. Unas veces con crecimiento orgánico, es decir, partiendo de cero, y otras, comprando marcas ya establecidas. En unos casos hemos encontrado oportunidades de inversión, como en Viñas del Vero, Pazos de Lusco o Dominio Fournier; y en otros, no se daba la oportunidad y hemos empezado de cero, como en Finca Moncloa o Beronia Rueda.

–Va a haber un recorte importante en la producción de vino en España, Francia e Italia… ¿qué consecuencias puede tener?

–La cosecha de 2021 en el hemisferio norte ha sido muy corta. En el hemisferio sur ha sido más alta. Si miramos al conjunto, globalmente, la producción ha caído un 4,5% en 2021 después de haber descendido prácticamente lo mismo el año anterior. A nivel de producción global, hemos pasado de 275 millones de hectólitros a 262, y de ahí a 250 millones. Y en España, Francia e Italia, que son los tres grandes productores -superan el 50% de la producción mundial-, las caídas han sido mayores. En España, en 2021, ha caído un 14%; en Italia, un 9%, y en Francia, un 27%. Es una caída muy importante...

–…que afecta al precio de la uva.

–La escasez provoca inmediatamente subidas de precios porque cuando se publican estas noticias hay inquietud de si va a haber suministro suficiente para la demanda. Pero en nuestras denominaciones de origen no ha habido grandes cambios. Con la excepción quizá de Rías Baixas, donde más por una demanda creciente que por una producción baja, los precios han aumentado. Este año se ha pagado a más de dos euros el kilo de uva.

–Y repercute en el precio del vino, ¿no?

–El precio de la uva es una proporción del producto final y, en la medida en que sube, acaba repercutiendo, sí. Lo que pasa es que cuando son vinos de guarda, vinos de crianza en madera, el efecto no es inmediato. Suele haber un decalaje y se puede diluir.

–Y las razones de la caída de la producción… ¿meteorológicas?

–Heladas de primavera en algunos sitios, lluvias, tormentas de granizo, el oidium en verano.

–¿Crece o decrece el consumo de vino en España? ¿bebemos más o menos vino que antes?

–En España el consumo de vino, en volumen, viene decreciendo desde los años 80. Aunque, en parte, se ha ido compensando porque cada vez se consume vino con mayor calidad. Sin embargo, a partir de 2016 hubo una inversión de esta tendencia y empezó a crecer ligeramente el consumo en España. De pronto llegó la pandemia, en 2020, y aquella tendencia se frenó de forma abrupta, pero en 2021 empezamos ya a ver, otra vez, la recuperación y confiamos en que podamos mantener esa línea de crecimiento iniciada hace seis años.

"Tenemos el objetivo de reducir las emisiones un 55% en 2030"

–¿Cómo se adapta una empresa de casi dos siglos al mundo digital?

–Hace cinco años decidimos que había que hacer un esfuerzo en lo digital para comunicarnos mejor con los consumidores, atendiendo a sus intereses. El e-commerce en el sector del vino ha crecido mucho durante la pandemia. En la Unión Europea representa el 7%; en Reino Unido, el 10%; en Latinoamérica, el 12%. Empieza a ser un canal de compras relevante. Y la gente lo utiliza para informarse, aunque después acabe comprando por otro canal. Es un escaparate fundamental. Nuestra comunicación, antes de la pandemia, era un 30% online y ahora es un 60%-70%.

–¿Qué hacen para ayudar en la lucha contra el cambio climático?

–Cuando conocimos los informes del Panel Internacional del Cambio Climático comprendimos que había que actuar. Predecían que zonas que llevaban elaborando vinos miles de años podían dejar de ser aptas en un plazo de 50 años. Entonces en 2014 lanzamos la iniciativa 5+5 Cuidando el Planeta, en referencia a las medidas que venimos tomando las cinco primeras generaciones -yo pertenezco a la quinta generación- para permitir que las cinco que vienen detrás puedan continuar con la actividad. Empezamos a medir la huella de carbono para reducirla y comenzamos a trabajar en una serie de campos: consumo de energía, uso de energía renovable, consumo de agua, emisión de residuos, agricultura sostenible, ecodiseño y trabajo con proveedores.

–¿Y están avanzando?

–Sin duda. Hemos reducido la huella de carbono en los últimos años, y tenemos el objetivo de reducir las emisiones un 55% en 2030. Hoy día contamos con seis energías renovables dentro de la empresa: solar, eólica, fotovoltaica, geotermia, calderas de biomasa e hidrógeno verde. Ahora estamos acabando el montaje de diez parques fotovoltaicos entre España y México, que van a cubrir prácticamente un tercio del consumo energía eléctrica que requieren nuestras bodegas.

–Y el enoturismo va a más…

–Es estratégico para la compañía. Nos visitan 300.000 personas al año. Empezamos aquí, en Jerez, en 1992, y queremos llevar la experiencia acumulada a todas nuestras bodegas.

–La innovación es clave, ¿en qué novedades trabajan ahora?

–Siempre estamos trabajando en nuevas bebidas para elevar el potencial de cada bodega. Acabamos de presentar en México una ginebra hecha en Oaxaca, con notas de agave, que le dan un toque mexicano en un mercado local muy importante para nosotros. Luego trabajamos en varias líneas: nuevos vinos orgánicos (el 25% de nuestras viñas son orgánicas); vinos bajos en alcohol o en calorías, y formatos versátiles, como Croft Twist, que se fabrica en botella y en lata. También innovamos en gama alta. Finca Moncloa, por ejemplo, acaba de presentar hace unos días un monovarietal de Tintilla de Rota.

–¿Hacia dónde se dirige González Byass? ¿qué metas persigue?

–Queremos ser una compañía referente a nivel global en el sector de vinos y spirits. Buscamos que un mayor número de marcas nuestras tengan una presencia global. Hoy en día, Tío Pepe, Beronia y The London Nº1 son las que más presencia tienen. Y queremos incrementar las ventas de nuestras gamas altas en un 40% de aquí a 2024.

EN CLAVE PERSONAL

Amante del campo y de la mar

Mauricio González-Gordon siente una especial atracción por la naturaleza, le encanta el campo y la mar, y encuentra en la vela una de sus grandes aficiones. “Navegar a vela es una de mis pasiones. Me gusta compartirla con familia y amigos, y descubrir junto a ellos sitios recónditos o nuevos”, asegura.

No sale a navegar todo lo que le gustaría, pero procura hacerlo con alguna frecuencia. Reconoce que la vela requiere mucha atención a los detalles y se convierte en su caso en “una fantástica desconexión de lo cotidiano”.

Últimamente, Mauricio le está dedicando también tiempo a la bicicleta, práctica que le “divierte mucho” pues le permite hacer turismo y disfrutar de la gastronomía y la naturaleza, junto a la familia y los amigos, “al tiempo que se hace deporte”.

Es un plan que le encanta. Este año ha hecho el Camino de Santiago en bicicleta.

En cifras:
  • 269 M FACTURACIÓN
  • 14 BODEGAS
  • 179 VINOS Y LICORES
  • 110 PAÍSES
  • 300.000 VISITAS AL AÑO
  • 881 EMPLEADOS

Datos: 2020-2021

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