La siniestralidad de los ciclistas está aumentando a la par que el número de usuarios de bicicleta, por lo que tanto los colectivos que defienden este medio de transporte como la Dirección General de Tráfico (DGT) apuestan por una mayor seguridad, aunque no siempre se ponen de acuerdo en las medidas.

La muerte de un ciclista en el distrito madrileño de Tetuán después de ser arrollado por un turismo que se dio a la fuga reaviva el debate en torno a la seguridad de las bicis, que ya se inició con la propuesta de la DGT de implantar el casco obligatorio en las ciudades.

No fue el de Tetuán el único siniestro de este verano, una época más trágica para los ciclistas, que aprovechan la época para salir a la carretera.

Según los datos de los Ciclistas Asociados Galegos, una de las asociaciones que más se preocupan por el recuento de las víctimas, ya son 40 los usuarios de la bicicleta fallecidos este año, tanto en vía urbana como en interurbana.

Por su parte, los datos facilitados por la DGT reflejan que en carretera habían muerto hasta, el pasado miércoles, 22 personas en accidente de bici, la mayoría atropelladas, mientras que en el mismo periodo del año pasado fueron 28. Una reducción que si se mantiene supondría un cambio de tendencia en las cifras de la siniestralidad, toda vez que en 2011 perdieron la vida 37 ciclistas solo en las carreteras.