Los fumadores habituales no se fijan en las imágenes que figuran en las cajetillas de tabaco, según han demostrado dos investigadoras de la Universidad de Huelva, Zaira Morales y Rocío Garrido, que, junto a expertos de la Universidad de Zaragoza, han estudiado por primera vez en España la reacción que tienen las campañas antitabaco en una muestra de estudiantes universitarios de entre 17 y 30 años.

"El objetivo es analizar la atención visual en los jóvenes fumadores durante el periodo de inicio y consolidación del hábito de fumar", ya que este podría ser el motivo de la no efectividad de dichas acciones basadas en la persuasión a través de imágenes", señalaron los expertos, cuya investigación ha sido recogida por la plataforma Sinc. Y es que la preocupación por las consecuencias negativas del consumo de tabaco en la salud ha generado en los últimos años un aumento de políticas saludables y campañas de concienciación centradas en la disminución del consumo de tabaco.

Entre ellas, se encuentra la estrategia propuesta por la UE de incorporar en las cajetillas imágenes impactantes, con el fin de provocar en el consumidor una reacción negativa en el hábito tabáquico. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, un 45 por ciento de los jóvenes españoles de entre 14 y 18 años afirman haber probado esta droga legal.

Los investigadores sostienen que para que tengan éxito estas campañas, que requieren de la orientación visual por parte del fumador, es necesario la presencia de cigarillos, mecheros, ceniceros y todos los instrumentos habituales en el consumo de tabaco que vinculen los daños que causa el acto de llevarse un cigarrillo a la boca, acompañado de un mensaje de texto que refuerce la idead.