La población residente en España se sitúa, a 1 de enero de 2013, en 46.704.314 habitantes, es decir un 0,2 % y 113.902 personas menos que a comienzos de 2012, datos que reflejan el primer descenso de población en España desde que existen datos anuales (1971).

Este descenso es consecuencia de un saldo migratorio negativo de 162.390 personas, es decir, la diferencia entre las 476.748 personas que optaron por abandonar España y las 314.358 que llegaron, y de un saldo vegetativo (452.273 nacimientos menos 403.785 defunciones) positivo de 48.488 personas.

De quienes abandonaron el país, 59.724, el 12,5 %, eran españoles (un 7,7 % más que un año antes) y 417.023 extranjeros y, la salida de estos últimos, hizo que este colectivo se reduzca el 2,3 % hasta los 5.118.112 residentes en España, según los últimos datos de la Estadística de Migraciones difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ecuador, Reino Unido, Francia y Alemania fueron los principales destinos elegidos por los españoles para establecer su residencia, con más de 4.000 llegadas a cada uno, aunque en porcentaje Colombia y Ecuador son los países en los que más crece la presencia española.

Por edad, los españoles que optaron por salir, un fenómeno creciente ante la falta de oportunidades laborales debido a la grave crisis económica que sufre el país desde 2008, se concentraron entre los 25 y 44 años.

Por el contrario, 32.380 españoles decidieron volver (el 10,3 %), lo que hizo que el saldo migratorio de los españoles fuese de 27.344 personas.

Otra de las características demográfica más preocupante de España es que la población que se reduce en la más joven, mientras que aumenta la de más edad.

Así, el mayor descenso (5,53 % y 169.593 personas) se produjo entre los de 25 a 29 años; seguidos de los de 30 a 34 años (4,92 % y 190.560 personas), mientras que por el contrario crecieron el 8,07 % (23.051) los de 90 a 94 años y el 4,35 % (3.526 personas) los mayores de 95 años.

En total, los mayores de 64 años aumentaron en 134.356 personas, el 1,7 % en 2012, mientras que los menores de 4 años caen el 2,28 % y se reducen en 56.383.

Con estos datos, la radiografía de la población española muestra que la tasa de dependencia, es decir, el indicador que mide el porcentaje de población inactiva que dependerá -económica y personalmente en algunos casos- de los que están en edad y condiciones de trabajar, se sitúa en el 51 %, casi un punto por encima de la de comienzos de 2012.

En el caso de los mayores de 64 años la tasa se sitúa en el 26,7 %.

El INE también advierte de que la población española apenas creció en 2012 (4.016 personas) y se situó en 41.586.202 ciudadanos.

No obstante, si se limitan los datos a los españoles nacidos en España, la población se redujo en 19.337 personas, lo que indica que el crecimiento de la población española sólo se debió al incremento de la población con nacionalidad española nacida en el extranjero, que fue de 23.354 personas.

Las principales nacionalidades de ciudadanos que llegaron a España fueron los rumanos (con 28.280 llegadas a España en 2012), marroquíes (23.408) y británicos (16.569), aunque, en porcentaje el mayor aumento fue el de los dominicanos, que incrementaron sus llegadas a España en un 49 %.

Los cinco países que más apostaron por España fueron Marruecos, Reino Unido, Rumanía, República Dominicana y Colombia.

El perfil, por edades, fue muy distinto según la nacionalidad, con un claro predominio de edades adultas jóvenes entre rumanos y marroquíes y en torno a la edad de jubilación en el caso de los británicos.

Como curiosidad, el INE destaca la importancia de las llegadas de niños españoles menores de 4 años, asociadas en su mayoría a adopciones por parte de familias españolas de niños nacidos en el extranjero.

La población española que llegó a España el pasado año procedía, principalmente, de Cuba, Venezuela, Francia y Reino Unido (con más de 2.000 llegadas de cada uno de ellos), aunque, en porcentaje destacó el incremento de los procedentes de Ecuador (37,1 %).

Entre los extranjeros que emigraron de España, las nacionalidades predominantes fueron las de Rumanía (62.462 emigraciones) y Marruecos (51.932), que son las mayoritarias entre la población extranjera residente.

El número de habitantes se ha reducido en todas las comunidades excepto en Andalucía, donde aumentó el 0,2 %, Baleares (0,9 %) y Canarias (1 %), y en las ciudades autónomas de Ceuta (0,8 %) y Melilla (2,4 %).

Las principales caídas fueron las de Castilla y León (0,8 %), Cataluña (0,7 %) y Principado de Asturias y La Rioja (0,6 % ambas).