Los niveles de pobreza en España han aumentado un 8 por ciento desde el inicio de la crisis, desde 2006 hasta el 2011, siendo el desarrollo humano un 4,4 por ciento menor que si no hubiera habido recesión. Canarias es la comunidad donde más ha crecido, un 21 por ciento.

Así se desprende del informe "Desarrollo humano y pobreza en España y sus comunidades autónomas", elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación Bancaja, que fue presentado ayer.

El estudio recoge que el nivel de desarrollo humano es un 4,4 por ciento menor que si no hubiera estallado la crisis y que, mientras el bienestar material se ha visto afectado con una caída del 13,7 por ciento para el conjunto de España, el impacto sobre los índices de educación y salud se ha atenuado.

No obstante, los expertos advierten que de prolongarse la crisis, también podrían verse afectados, como ya sucedió en Grecia.

La distancia a la que se encuentran las comunidades autónomas de la media nacional llega a duplicarse. Casos como Canarias (21% de pobreza), la Comunitat Valenciana (18%) o Andalucía (16%), empeoraron su situación respecto a la media nacional (8%).

Por otra parte, regiones como Castilla y León, Galicia, Madrid, Cataluña y País Vasco han disminuido la desigualdad.

La tasa de paro de larga duración (más de un año desempleado), que mide la exclusión social, se ha multiplicado por 7 entre 2006 y 2013, y es más relevante en Canarias y Comunidad Valenciana, y menor en Navarra, País Vasco y Madrid.

La pobreza económica (que mide el efecto renta y el efecto desempleo) ha crecido un 17 por ciento en el conjunto nacional entre 2006 y 2011, y un 60 por ciento desde 2008. Según los autores, desde 2006 los niveles de pobreza han empeorado, aunque el incremento sustancial se produce desde el año 2008.

El estudio también explica que las prestaciones sociales cubren parte del gasto de las familias, y que la estructura social española "hace que la crisis se soporte mejor que en otros países".