El Cabildo de La Palma y el Ayuntamiento de Villa de Mazo muestran de forma provisional en el centro de visitantes del Parque Arqueológico de Belmaco una treintena de los pequeños restos arqueológicos descubiertos recientemente en la zona, y que puedan datarse con más de 2.200 años de antigüedad.

El Cabildo recuerda en una nota que tras las lluvias del pasado mes de marzo quedaron al descubierto nuevos niveles estratigráficos de mayor profundidad que los anteriores, lo que permitió encontrar restos vítreos y óseos de animales, así como una capa de ceniza, lo que da a entender que la zona se utilizaba para rituales o preparación de alimento.

Estos restos se exponen con el título "2.200 años después", pueden ser observados en la zona expositiva del centro de visitantes.

Estas nuevas estratigrafías son consideradas por los arqueólogos como muy potentes y no se parecen a la que se conocía hasta ahora en Belmaco, lo que, según los especialistas, permitirá realizar ahora nuevas investigaciones que ayuden a entender perfectamente que usos tuvo esta cueva.

El Cabildo recuerda que los restos arqueológicos aparecidos superficialmente consisten en fragmentos de cerámica de diferentes fases (IIIa, IIIb, IIId y IV), útiles de basalto gris y vítreo, fragmentos óseos machacados de ovicápridos, conchas de lapa quemada y otras trabajadas y pulidas por el uso.

La actuación arqueológica se centrará en limpiar y perfilar toda la estratigrafía que ha quedado al descubierto, de unos cuatro metros de espesor, y aprovechar para realizar estudios de palinología, sedimentología, dataciones absolutas, o antracología, entre otros.

El Caboco de Belmaco fue descubierto en 1762 por el gobernador militar de la isla, Domingo van de Walle, quien fue el primero en realizar copias y estudios de los grabados, y se estaba viendo afectado gravemente por la agresión de las palomas, por lo que, según el Cabildo, se hace necesaria una intervención urgente.