Del capitalismo al erotismo, así de grande es el giro que Manuel Vilas ha dado a su narrativa con su última novela "El luminoso regalo", una historia sobre el erotismo y sobre el mal en la que el lector se convierte en "voyeur" al asistir a los momentos más íntimos y oscuros de los personajes.

"Me he pasado toda la vida hablando del capitalismo y ahora que se nos ha echado encima y todo el mundo habla de él, yo hablo sobre sexo", comenta Manuel Vilas (Huesca, 1962) en una entrevista y añade que le apetecía tratar el erotismo porque considera que es "un tema que está sin resolver".

"El luminoso regalo" (Alfaguara) se aleja de la novela política en la que Vilas transitaba y cuenta la historia de dos personajes devotos del sexo, Víctor Dilan y Ester, que se entregan a él de manera desbocada en una relación apocalíptica que les conduce a la destrucción.

"El sexo es un arma peligrosísima con una trascendencia enorme, está lleno de enigmas. Georges Bataille (pensador francés) creía que en el sexo es el único momento en el que puedes conseguir una unión con otro ser humano y eso es una experiencia que vivida al cien por cien es perturbadora y puede llevar al mal" explica, y crea una diferencia con otro tipo de sexo banal destinado al entretenimiento.

Los personajes de la novela buscan las cumbres del placer aunque eso les lleve a la destrucción,"la gente quiere vivir al máximo pero quiere sobrevivir, y vivir intensamente es destruirse" declara.

Para Vilas esta sexualidad llevada al extremo implica la pérdida de la identidad propia, algo que reflejan los personajes de esta novela en la que el amor y el erotismo tienen una relación conflictiva y sin resolver y en la que ambos cobran una dimensión mística.

"Mis personajes son promiscuos, son exploradores del sexo, lo conciben como forma de conocimiento" afirma, y aclara que en su novela el sexo está concebido como "algo más".

En "El luminoso regalo" además del tema también cobra importancia la forma, y es que se trata de "un rompecabezas", constantemente se siembran dudas sobre la realidad que se está contando, por lo que en ese sentido es una novela "muy cervantina" en la que el lector debe elegir qué quiere creer y qué no.

Aunque a simple vista parezca una novela pornográfica sin más, se trata de una obra muy complicada y muy enigmática, "es un ser y no ser", en la que se dan a conocer las cosas a través del sexo.

Aunque en la actualidad el tema del erotismo ha cobrado un gran interés en la literatura, dejando de ser un tabú, Vilas sabe que su novela "va a escandalizar", ya que no se trata del típico erotismo de seducción y explica que "la seducción solo es un medio para la finalidad última que es el sexo".

Para Vilas lo que su novela recoge es el sexo como atavismo, la insatisfacción a través del sexo, acompañado de un toque ensayístico que se aprecia en las reflexiones de Víctor Dilan, el protagonista.

A pesar del cambio radical que la obra ha supuesto en la narrativa de Vilas, el autor asegura que "El luminoso regalo" sigue manteniendo su estilo y su forma de ver las cosas, sigue siendo una novela "complicada", y comenta que probablemente apueste por este tipo de narrativa en próximos trabajos.