La reforma educativa estima una reducción de la carga horaria en Bachillerato equivalente a 2.534,4 profesores en los centros públicos, cifra que, según el Ministerio de Educación, no supone recortar docentes sino reestructurar su distribución en las enseñanzas que se impartan, aunque los sindicatos temen la disminución de plantillas.

Así se señala en la memoria económica de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), que será tratada el 7 de febrero en la reunión sectorial entre el ministro José Ignacio Wert y las consejerías autonómicas.

La propuesta específica para el Bachillerato supone "una compactación de la optatividad y de las materias de modalidad", ya que las administraciones educativas y los centros podrán cerrar la oferta de asignaturas de cada una de las modalidades y no será obligatorio ofertar todas, según el texto.