El músico tinerfeño Cristo Barrios aún saborea las mieles del triunfo logrado recientemente con ocasión del estreno del Concierto para clarinete número 2 de Nino Díaz, una obra que pasó por todo tipo de vicisitudes y demoras hasta llegar a los atriles de la orquesta rusa del teatro Mariinsky y que ha recompensado tanto a su autor como a su intérprete solista.

El XXIX Festival de Canarias fue el marco de esta presentación. "Fueron días de extraordinaria intensidad artística para mí -recuerda el músico orotavense-. Tras los conciertos, comienzo a almacenar en mi memoria recuerdos inolvidables, de un alto valor artístico y vivencial. La invitación del Festival de Canarias no podría haber sido de mayor nivel ni supuesto un mayor reto".

Barrios considera "un regalo" el concierto del compositor lanzaroteño, "cuya dificultad técnica y complejidad rítmica han puesto al límite mis habilidades como instrumentista". Considera, además, un deber para los clarinetistas "ampliar el repertorio para que toda la potencialidad del instrumento siga creciendo".

Por otro lado, señala, "mi compromiso con la creación musical canaria también ha sido siempre muy fuerte", como demuestran las interpretaciones de estudio dedicadas a compositores canarios de su generación, Gustavo Díaz Jerez, Laura Vega, Gustavo Trujillo, Manuel Bonino, Raquel Cristóbal, Manuel Marrero y Juan Manuel Ruiz, grabadas por el sello RALS, o su gira europea de conciertos junto al citado pianista y paisano Gustavo Díaz Jerez, que "nos permitió llevar la música canaria contemporánea por toda Europa, a salas de primer nivel como Konzerthaus de Viena, Cadogan Hall de Londres, Concertgebouw de Amsterdam o Auditorio Nacional de Madrid; sin dejar de mencionar el reciente estreno del Poema Sinfónico para clarinete y piano Ayssuragan de Gustavo Díaz Jerez con la Orquesta Sinfónica de Tenerife".

Pero el compromiso de Cristo Barrios con la música canaria va más allá de su faceta como intérprete. En paralelo a su labor como concertista ha puesto en pie, junto a Maite Gómez Iglesias y Gustavo Díaz Jerez, el Festival Internacional de Piano que lleva el nombre de este último.

El Castillo de San Felipe es la sede de este ciclo que, a juicio de su creador, "ya en sus primeros dos meses de vida se ha convertido en una alternativa real en la cultura musical de la isla de Tenerife, tanto para el público local como para los visitantes y turistas".

Mientras se desarrolla el ciclo portuense, Cristo Barrios atenderá dos compromisos de carácter académico. Así, el próximo día 15 de febrero estará en Noruega, invitado a dar una clase magistral en la Norwegian Academy of Music de Oslo. Además, los próximos días 28 de febrero y 1 de marzo impartirá un curso en la Liszt Academy of Music de Budapest, el conservatorio nacional de Hungría y uno de los centros musicales más importantes de Europa.