Tras varios años en el listado de proyectos pendientes del TEA (Tenerife Espacio de las Artes), por fin sus instalaciones acogen una muestra del artista austriaco Arnulf Rainer, que, bajo el título "Horizontes sin fronteras", exhibe un total de 135 piezas con el paisaje isleño como protagonista que podrán ser contempladas en la sala C de este recinto cultural hasta el próximo 30 de junio.

En esta línea, el director de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo tinerfeño, Cristóbal de la Rosa, reconoció que la exposición, que será inaugurada esta noche, a partir de las 20:00 horas, era una de las aspiraciones que el TEA tenía desde que comenzó su andadura.

De la Rosa, que subrayó que "es un honor y un reto que figuras consagradas de las bellas artes a escala mundial como Rainer nos permitan mostrar sus trabajos", justificó la persistencia por albergar un montaje de este creador en "su significación internacional y su implicación con Tenerife, ya que desde 1997 reside largas temporadas al año en esta tierra".

En este contexto, el director del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, Antonio Vela, recalcó que "además de cumplir un viejo deseo, esta muestra responde a una de las líneas de programación del TEA, que es mostrar el arte realizado en Canarias con la excelencia de un autor como este".

Vela destacó que "Horizontes sin fronteras" es una serie inédita que agrupa una selección de toda la obra que ha realizado en la Isla entre 2000 y 2009, donde representa un paisaje alejado de los tópicos.

Por oro lado, señaló que "la sala cuenta con varios monitores en los que se proyectarán tres vídeos que explican con detalle su proceso creativo y una entrevista subtitulada en español que servirá a los asistentes para adentrarse aún más en su personalidad".

Mientras, Clara Ditz, hija del artista, aseveró que su padre está "muy feliz por que su obra pueda exponerse en la isla en la que desde hace tanto tiempo ha escogido como segunda residencia".

En cuanto al denominador común de las piezas que integran esta exquisita instalación, fruto de la alianza entre la fotografía y la pintura, es la atmósfera cargada de misterio que emerge de los caprichos creativos a los que Rainer somete sus imágenes, deliberadamente distorsionadas, que se solapan por repentinos brochazos de color o irreverentes rayones de grafito.

Un artista radical y compulsivo

El pintor, grabador y fotógrafo Arnulf Rainer (Baden, 1929), a quien Antonio Vela definió ayer como un "creador compulsivo" goza de un gran reconocimiento mundial y ha sido merecedor de galardones de tanto prestigio como el Gran Premio Nacional de Austria por sus logros en el campo de las bellas artes. Desde el inicio de su trayectoria artística, a finales de los años 40, siempre ha apostado por la transgresión como recurso estético. Desde entonces, ha bebido de corrientes como el surrealismo y el expresionismo abstracto. A partir de los 60 incorpora la fotografía a su obra. Es precisamente en esta época cuando experimenta con drogas alucinógenas y se interesa por el leguaje corporal, lo que imprime un giro radical a su obra del que ya no se desprenderá jamás. Sus obras han sido expuestas en los museos más importantes del mundo como el Pompidou de París, el Guggenheim o el MoMA de Nueva York.