La polémica por el hallazgo de carne de caballo en hamburguesas vendidas en varias cadenas de supermercados en Irlanda y Reino Unido puede salpicar a España, puesto que el director de protección del consumidor de la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda (FSAI), Raymond Ellard, afirmó ayer que los "ingredientes crudos de caballo hallados en estas plantas provienen de Holanda y España".

Los productos contaminados, de acuerdo con el informe de la FSAI, fueron elaborados en dos plantas alimentarias de la República de Irlanda y en otra radicada en el Reino Unido y se vendían en cinco cadenas de supermercados, entre ellos Tesco, Aldi y Lidl.

Por su parte, la Comisión Europea considera que el hallazgo de carne de caballo en hamburguesas vendidas en varias cadenas de supermercados en Irlanda y Reino Unido no afecta por el momento a la seguridad alimentaria en la UE, según afirmó un portavoz comunitario de Sanidad.

El portavoz del ramo Frédéric Vincent se pronunció así al ser preguntado en rueda de prensa sobre la investigación abierta por la FSAI, tras detectar ADN equino en dichos productos cárnicos.

Indicó que "la Dirección General de Sanidad de la CE ha sido informada del caso por las autoridades irlandesas. Ellas están a cargo de verificar qué tipo de contaminación ha tenido lugar".

"Hasta la fecha, no parece que sea una cuestión de seguridad alimentaria, sino de la presencia de restos de un tipo de carne en un producto donde no debería estar", señaló el portavoz, quien añadió que Bruselas "está a la espera de más explicaciones".