La campaña electoral venezolana fue sacudida nuevamente ayer por una denuncia del partido del presidente, Hugo Chávez, sobre supuesta financiación ilegal de la oposición, a la que el candidato opositor Henrique Capriles respondió con la expulsión de un diputado y advirtiendo de que no aceptará chantajes.

Tras días de acusaciones al proyecto opositor, denuncias de supuestos planes secretos e incluso actos de violencia, la campaña para los comicios del 7 de octubre entró ayer en una nueva etapa con la apertura de una investigación en la Asamblea Nacional por un supuesto caso de soborno de un diputado cercano a Capriles que la aleja aún más del debate político.

El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, recibió ayer a varios diputados de su grupo, el oficialista, y anunció que se nombrará "una comisión especial" para investigar la supuesta entrega de sobres con dinero al diputado Juan Carlos Caldera, representante ante el Consejo Electoral (CNE) del proyecto de Capriles.

El diputado oficialista Julio Chávez reclamó una investigación "en profundidad" en la AN y anunció que acudiría a la Fiscalía y a otros organismos, después de mostrar un vídeo en el que se ve una conversación entre una persona que aparece tapada detrás de una sombra y Caldera.

En la conversación, subtitulada y con mal sonido en ocasiones, la persona no identificada habla en representación de alguien al que se refiere como "un comerciante" y trata de acordar una reunión con Capriles, a lo que Caldera responde que sería más fácil hacerlo en algún viaje al exterior del candidato opositor.

El material "no fue suministrado por nuestros organismos de inteligencia, de modo que no fue el gobierno el que recogió está cita, esta conversación", dijo el diputado chavista.

El legislador señaló que el interlocutor de Caldera aparecía oculto "por cuestiones de seguridad", pero afirmó que, seguramente, esa "persona será llamada a rendir testimonio de esta cita y de este encuentro".

Pese a identificar al interlocutor como un extorsionado, Chávez reclamó "una investigación seria" y se preguntó: "¿será que estos fondos provienen del narcotráfico, del paramilitarismo, de la delincuencia organizada?".

Tras recibir la denuncia de los diputados, Cabello indicó que la Asamblea irá a la Fiscalía, a la Contraloría, al Poder Moral, "porque detrás de esto puede haber un plan macabro", indicó.

La reacción de Capriles no se hizo esperar. El exgobernador de Miranda respondió expulsando fulminantemente de su proyecto político al diputado y exigiendo una investigación a todos los organismos sobre el caso, al tiempo de subrayar que no aceptará "chantajes".

"El diputado Juan Carlos Caldera queda fuera de este proyecto. Él se puso al margen de un proyecto que estamos construyendo con los dedos, con las manos, un proyecto distinto para nuestra Venezuela", aseveró Capriles en declaraciones a Globovisión.

"No voy a permitir nunca que nadie utilice mi nombre para beneficio personal, para buscar cualquier cosa, prebendas, eso es lo que ha destruido la política y eso es lo que ha destruido la imagen que tiene nuestro pueblo de muchos políticos", apostilló.

Asimismo, subrayó que en el Gobierno están "desesperados" por tratar de meterle "en su pantano" y desafío al oficialismo a que "sigan con su guerra sucia, porque el pueblo venezolano les va a dar una lección el 7 de octubre".

Por último, recalcó que está "demostrando a los venezolanos que se pueden hacerse las cosas de otra forma" y su compromiso con la "construcción de un proyecto que no tenga ni los vicios del pasado ni los vicios del presente".