Varios tiroteos se han registrado hoy en una cárcel de Caracas en la que continúa un motín que comenzó hace dos semanas, debido al cual murió un vecino de la zona por una bala perdida, mientras que la policía ha cargado en los alrededores donde se agolpaban familiares de los internos.

La ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, dijo hoy al canal de televisión estatal VTV que hay una "situación de enfrentamiento interno" en el centro penitenciario de La Planta, con "un grupo que pretende mantener sometido a la mayoría utilizando para ello la fuerza de la violencia y la fuerza de las armas".

Añadió que los internos "están enfrentados y nosotros estamos protegiendo a la población".

Posteriormente, el vicepresidente ejecutivo, Elías Jaua, dijo al mismo canal que el Gobierno tiene la voluntad de seguir actuando "en estricto apego a los derechos humanos, por la vía de la negociación y del diálogo" con la prioridad de preservar la "paz y la tranquilidad" de los vecinos.

Jaua afirmó que es "irreversible" la decisión de desalojar La Planta, y pidió a los presos que depongan su actitud y abandonen el penal para ir a los que han sido habilitados.

A mediodía se produjeron nuevos tiroteos en el interior de la cárcel, mientras la Guardia Nacional (policía militarizada) dispersó con gases lacrimógenos y lanzando agua con un camión antidisturbios a personas, en su mayor parte familiares de los reclusos, que se encontraban en los alrededores de la prisión.

Jóvenes encapuchados respondieron lanzando piedras y tirando cócteles molotov, constató Efe.

Efectivos de los bomberos y ambulancias atendieron a personas afectadas por los gases.

Medios locales han informado de al menos dos heridos como resultado de los tiroteos, aunque ninguno de ellos ha sido confirmado hasta el momento.

El conflicto en La Planta comenzó a finales de abril tras la decisión del Gobierno venezolano de cerrar esa penitenciaría, situada en la parroquia caraqueña de El Paraíso, por su falta de condiciones para albergar personas.

Posteriormente, se registró un intento de fuga y protestas de los familiares que se niegan al traslado de los presos, así como diversos incidentes, incluidos tiroteos.

Las autoridades optaron entonces por establecer una mesa de negociaciones con los presos por la que han pasado representantes del Gobierno, de los vecinos, diputados y otros colectivos, sin que se haya encontrado una solución.

Una bala perdida procedente del centro penitenciario impactó el 9 de mayo en Henry Molina, de 48 años, y causó su muerte.

"A nosotros nos interesa que la situación se resuelva de la manera más oportuna posible, temprano, se resuelva pronto, sin embargo aquí tenemos paciencia", dijo Varela.

Agregó que "los métodos antiguos que utilizaban antes los organismos de seguridad del Estado, eso quedó en un pasado que no puede volver a reproducirse aquí".

Por su parte, el ministro del Interior, Tareck el Aissami, declaró también al canal estatal que se han desplegado 1.500 agentes alrededor de El Paraíso "para ayudar en lo que respecta a aliviar, minimizar, los riesgos".

Además, se ha interrumpido el tráfico en la zona, lo que ha afectado a una de las principales vías de comunicación de la capital venezolana.

El sistema penitenciario venezolano se encuentra en una situación crítica, según organizaciones no gubernamentales.

Durante 2011 se registraron al menos 560 muertos y 1.457 heridos en hechos registrados en las 35 prisiones del país, según la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), que ha denunciado un hacinamiento del 360 % en el sistema carcelario del país.

El Gobierno ha tratado de dar respuesta a la situación con la creación de un ministerio y la toma de medidas para acelerar los procesos judiciales.

Según la ministra, que ha decidido no dar estadísticas sobre la situación de las prisiones, el 60 % de los internos se encuentra a la espera de juicio.