El ministro de Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, reclamó ayer a Estados Unidos la entrega del exjuez del Tribunal Supremo Eladio Aponte, destituido en marzo acusado de nexos con el narcotráfico y que logró llegar a EEUU tras contactar con la DEA.

"El Gobierno de Estados Unidos solo tiene una opción: entregar a este delincuente", dijo a los periodistas, para señalar que Venezuela ha entregado a "22 narcotraficantes a EEUU en los últimos tres años". "Si no, son cómplices directos de estas mafias narcotraficantes", añadió Maduro.

Aponte fue destituido en marzo como magistrado del TSJ con el voto unánime del oficialismo y la oposición en el Parlamento, por supuestos vínculos con el narcotráfico, y específicamente por su relación con el presunto narcotraficante Walid Makled, a quien facilitó una credencial de la Fiscalía General Militar.

Tras la suspensión, Aponte huyó del país y llegó a mediados de abril a EEUU tras contactar con el Departamento Antidrogas (DEA) en Costa Rica.

Desde territorio estadounidense el exjuez acusó al presidente Hugo Chávez de manipular, de dar "directrices de acuerdo con el panorama político" en la gestión de la Justicia y de llamarlo "directamente" para manipular casos.

El canciller recordó ayer que Aponte es investigado por su vinculación a mafias narcotraficantes y está reclamado con código rojo por Interpol, y agregó que en Venezuela hay un proceso en su contra previo a su fuga "que se hizo efectiva con la cooperación de la DEA".

"La DEA, una vez más, muestra su cariz de protector de delincuentes y además de organismo que se dirige políticamente en función de vulnerar o destruir los procesos de cambio" como el de Venezuela, apostilló el ministro.