El Gobierno de EEUU consideró ayer que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, emitiría una "mala señal" sobre el respeto de los derechos humanos en su país si cumple su anuncio de retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

"Sería profundamente lamentable si Venezuela decidiera alejarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que consideramos una organización eficaz y única en el hemisferio", indicó el portavoz del Departamento de Estado Mark Toner en su conferencia de prensa diaria.

Toner recordó que la Organización de Estados Americanos, de la que depende la CIDH, "es un organismo multilateral", y "sus naciones miembros se han comprometido a promover y proteger los derechos humanos".

"Por tanto, sería simplemente lamentable que Venezuela abandonara la CIDH. Enviaría una mala señal", subrayó.

Chávez pidió el martes que se instale el Consejo de Estado para evaluar la retirada "de la tristemente célebre Comisión Interamericana de Derechos Humanos", al asegurar que es "un mecanismo que usa Estados Unidos contra nosotros".

"Bastantes razones tenemos, bastantes, desde hace mucho tiempo", añadió Chávez, quien argumentó que Venezuela tiene que "seguir reivindicando y construyendo la plena independencia nacional".

Venezuela ha acusado repetidamente a la CIDH de estar sesgada en contra del Gobierno y ha negado sus peticiones de visita al país desde 2002, por considerar incluso que respaldó el intento de golpe de Estado contra el Gobierno de Chávez en abril de ese año.

El representante venezolano para los derechos humanos Germán Saltrón recalcó ayer que "la CIDH está parcializada contra Venezuela". En esta línea, esgrimió que se trata de "un organismo que no se ocupa verdaderamente de defender los derechos humanos de los pueblos".

Al respecto, argumentó: "Una comisión que apoye una dictadura no es un organismo que defiende los derechos humanos"

Saltrón ratificó que la decisión de abandonar este organismo representa un acto de soberanía. "Este es un país democrático y nadie puede venir a dictarnos clases de derechos humanos", expresó, y explicó que, de asumirse, tomará un año completar la retirada de Venezuela.

Por último, reiteró que estos organismos internacionales seguirán intentado crear un clima de tensión y desestabilización en el país como parte de su agenda ante las elecciones presidenciales del 7 de octubre. "Van a buscar la manera de subvertir el orden y repetir los hechos del 11 de abril de 2002", sentenció.

Por su parte, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que "una mafia internacional" maneja la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).

"Hay experiencia de denuncia y retiro de países y continúa la vida, inclusive mejor", declaró. Sin embargo, no precisó cuándo Venezuela abandonará estos organismos e indicó que será el Consejo de Estado el que evalúe los argumentos expuestos por Chávez y proponga "la decisión que, en definitiva, deba adoptar el Gobierno".