El presidente venezolano, Hugo Chávez, conmemoró ayer el intento de golpe de Estado que lideró hace 20 años con un desfile cívico militar en Caracas al que asistieron gobernantes de siete países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).

El desfile festejó un hecho que Chávez reivindica como germen de la revolución bolivariana y que le sirvió para exhibir el poderío militar de su país ante sus colegas de Bolivia, Evo Morales; Cuba, Raúl Castro; Nicaragua, Daniel Ortega, y Haití, Michel Martelly. También presenciaron el desfile los primeros ministros de San Vicente y las Granadinas, Ralph Goncalvez; Dominica, Roosevelt Skerrit, y Antigua y Barbuda, Baldwin Spencer.

Los cinco presidentes y los tres primeros ministros asisten este fin de semana en Caracas a la XI Cumbre de la Alianza Bolivariana para las América (ALBA), en la cual se espera además al presidente de Ecuador, Rafael Correa, y a los gobernantes de Santa Lucía y Surinam.

Miles de simpatizantes de Chávez habían acudido desde distintos puntos del países para asistir al desfile. El desfile cívico-militar comenzó tras llegar Chávez al palco de autoridades en un coche descapotable junto a su hija Rosa.

El general de división Clíver Alcalá explicó al presidente que el desfile estaba conformado por "12.400 compatriotas socialistas, revolucionarios, antiimperialistas, chavistas entrenados y equipados con material de guerra de alta tecnología".

Chávez afirmó que en Venezuela nunca más "habrá militares subordinados al imperialismo", sino militares "revolucionarios, antiimperialistas, socialistas y chavistas, para que les duela más a la burguesía y al imperialismo".

Tanques, misiles, lanzamisiles y fusiles adquiridos recientemente en Rusia, junto a helicópteros y aviones de combate Sukoi, que sobrevolaron Caracas acompañados por aparatos K-8 chinos, F-16 estadounidenses y Tucano brasileños, formaron parte del poderío bélico exhibido en el festejo del también llamado "Día de la Dignidad".

"Ha sido un desfile militar digno y a la altura sin lugar a dudas de lo que estamos conmemorando en el día de hoy", dijo Chávez, quien reivindicó de nuevo el golpe contra el entonces Gobierno de Carlos Andrés Pérez en un momento en que, dijo, "la patria es-taba preñada, adolorida, ultrajada".

La hija mayor del fallecido expresidente, Carolina Pérez, consideró "lamentable" la celebración.

Carolina Pérez calificó el aniversario de un "día muy triste para Venezuela, a pesar de que la gente que está apoyando al presidente Chávez piense que este es un día bueno para Venezuela".

Carolina Pérez recordó que aquel día hubo muertos, 17 militares y 80 civiles, y es "ilógico celebrar un día tan nefasto para la democracia venezolana, aparte que fue un fracaso".

Rechazo a las críticas

Chávez, en cambio, rechazó las críticas de la oposición a este desfile y dijo: "No nos importa su condena (...) no tienen mapa ni tienen brújula, lo que tienen es puro odio y desconocimiento de la historia".

En los últimos días, Chávez ha citado reiteradamente la afamada sentencia "la historia me absolverá" que el cubano Fidel Castro pronunció en el juicio en el que fue procesado por su fracasado intento de asalto al Cuartel Moncada de Santiago de Cuba, en 1953.

Ayer afirmó que su revolución bolivariana está inspirada en la revolución cubana y también en la sandinista nicaragüense, y que otro germen nacional lo constituye el "Caracazo", como es conocida la rebelión popular que estalló el 27 de febrero de 1989 y que se extendió durante tres días por Caracas y otras ciudades venezolanas.

La intentona militar del 4 de febrero de 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez fracasó al anochecer de ese día y Chávez fue apresado, pero amnistiado dos años después.

Desde entonces organizó un partido político que lo presentó como su candidato en las elecciones presidenciales de diciembre de 1998, que ganó holgadamente.