El futuro del sector petrolero mundial se juega este miércoles y Venezuela lo tiene claro: está con los que se oponen a aumentar los suministros petroleros. El sector espera que la OPEP supere sus divisiones internas y alcance un acuerdo sobre el nivel de su oferta de crudo este miércoles en Viena, pues su credibilidad está en juego tras la debacle de su última conferencia, según diversos analistas consultados.

"Todos coinciden en que hay una necesidad de algún tipo de acuerdo en esta reunión", dijo Bill Farren-Price, de la consultora británica Petroleum Policy Inteligence (PPI).

El experto se refirió al resultado de la reunión que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) celebró el 8 de junio pasado en Viena, la primera en más de 16 años que concluyó sin acuerdo y sin un comunicado conjunto.

El grupo de doce países quedó dividido en dos bloques: uno liderado por Arabia Saudí, que propugnó un aumento de los suministros petroleros para compensar el corte de las exportaciones de Libia, y otro, encabezado por Irán y Venezuela, tajantemente contrario a aumentar la cuota de producción conjunta, fijada en 24,8 millones de barriles diarios (mbd) desde el 1 de enero de 2009.

Al salir del encuentro, el ministro saudí de Petróleo, Ali I. Naimi, declaró entonces a la prensa que la reunión fue "una de las peores", y para David Wech, de la asesora vienesa JBC Energy, "el desacuerdo tan evidente ha sido algo inusual".

Un resultado similar en esta segunda y última conferencia del año "socavaría la credibilidad" de la OPEP, subrayó por su parte Farren-Price, y consideró "probable" un pacto para establecer una nueva meta de producción en torno a los 30 mbd.

El nuevo tope estaría así "en línea con la demanda de la OPEP", es decir, el volumen de barriles que el mundo requiere de los países miembros, según los cálculos de la organización, cuyo secretariado publicará esas estimaciones actualizadas en su informe mensual el martes, la víspera de la reunión.

Ehsan Ul-Haq, de la británica KBC Energy Economics, se muestra más escéptico sobre un cambio de la cuota oficial, aunque también espera un compromiso que envíe el mensaje de que la OPEP mantendrá el nivel actual de producción, es decir, unos 30 mbd, claramente superior a la cuota vigente, pactada a fines de 2008 cuando los "petroprecios" habían caído a menos de 40 dólares/barril.

"La situación del mercado entonces era muy diferente a la de ahora", no sólo por los precios del crudo, que cerrarán 2011 con un promedio anual récord, superior a los 100 dólares en el caso del Brent y del barril referencial de la OPEP, sino también por las previsiones del consumo petrolero.