El vicepresidente colombiano, Angelino Garzón, pidió ayer respetar los asuntos internos de otros países, en alusión a la sugerencia que hizo el expresidente Álvaro Uribe a un grupo de opositores venezolanos a los que pidió cuestionar la amistosa relación del presidente Juan Manuel Santos con Hugo Chávez.

"Ante todo somos respetuosos de los Estados y de las decisiones democráticas de los pueblos sobre quiénes deben ser sus gobernantes, porque las relaciones internacionales no se pueden basar en las afinidades ideológicas o partidistas de los gobernantes de turno", apuntó Garzón.

El pasado jueves, Uribe propuso a varios antichavistas elaborar un manifiesto de rechazo a Santos por su postura amistosa con Chávez.

Uribe les planteó que publicaran el documento en los días previos a la visita que Santos hará a Caracas el próximo 28 de noviembre, para reunirse una vez más con Chávez.

No obstante, ayer Garzón advirtió que "la cabeza de las relaciones internacionales descansa en el Presidente de la República".

Añadió que "así como nosotros no queremos que ningún país se entrometa en nuestros asuntos, nosotros también tenemos que no entrometernos en asuntos internos de otros países".

El vicepresidente colombiano se refirió a ese asunto al intervenir este viernes en la apertura de una jornada sobre gobierno y derechos humanos organizada por la Fundación Santillana.

En el mismo acto, Garzón subrayó que el Gobierno colombiano y el presidente Santos quieren "fortalecer cada día más y de manera integral las relaciones con todos los países, incluyendo los de la región y por supuesto con Venezuela y su gobierno".

Con Venezuela, remarcó, "compartimos 2.300 kilómetros de frontera común" y consideró que "esta realidad nos obliga a entendernos y a mantener relaciones de cooperación".

Puntualizó que "así como no queremos que otros países intervengan en nuestros asuntos internos, debemos ser muy respetuosos de no hacerlo tampoco nosotros".

Uribe hizo la invitación a los antichavistas el jueves durante una reunión con miembros de la llamada Mesa de Unidad Democrática (MEU).